INTERNACIONAL

La Pasión del Papa Francisco fue una plegaria por Medio Oriente

En su primer Vía Crucis en el Coliseo, el pontífice argentino elogió la amistad de los "hermanos musulmanes". Galería de fotos.

"Hemos visto la belleza y la fuerza de la comunión de los cristianos de aquella Tierra y de la amistad de tantos hermanos musulmanes".
| AFP

El papa argentino Francisco invitó este viernes a los cristianos a "responder al mal con el bien" y elogió "la amistad" entre católicos y musulmanes, al término de su primer Vía Crucis nocturno alrededor del Coliseo de Roma.

"Hemos visto cuando el Papa Benedicto fue al Líbano: hemos visto la belleza y la fuerza de la comunión de los cristianos de aquella Tierra y de la amistad de tantos hermanos musulmanes y muchos otros", dijo al recordar que su predecesor visitó ese país en septiembre pasado, cinco meses antes de renunciar a su pontificado.

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"Ha sido un signo para Oriente Medio y para el mundo entero: un signo de esperanza", recalcó.

"A veces nos parece que Dios no responde al mal, que permanece en silencio. En realidad Dios ha hablado, ha respondido, y su respuesta es la Cruz de Cristo: una palabra que es amor, misericordia, perdón", dijo.

"Queridos hermanos, la palabra de la Cruz es también la respuesta de los cristianos al mal que sigue actuando en nosotros y a nuestro alrededor. Los cristianos deben responder al mal con el bien, tomando sobre sí la Cruz, como Jesús", explicó.

"No quiero añadir muchas palabras. En esta noche debe permanecer sólo una palabra, que es la Cruz misma. La Cruz de Jesús es la Palabra con la que Dios ha respondido al mal del mundo", dijo.

"Dios nos juzga amándonos. Si acojo su amor estoy salvado, si lo rechazo me condeno, no por él, sino por mí mismo, porque Dios no condena, Él sólo ama y salva", afirmó.

El Papa agradeció en particular "el testimonio de nuestros hermanos del Líbano", que escribieron las meditaciones y oraciones a pedido de Benedicto XVI.

"Continuemos este Vía Crucis en la vida de cada día. Caminemos juntos por la vía de la Cruz, caminemos llevando en el corazón esta palabra de amor y de perdón", dijo.

Y concluyó improvisando: "Jesús nos ama tanto, es todo amor", subrayó antes de impartir la bendición, mientras cientos de personas, entre ellos numerosos religiosos, lo aplaudían.

Varios miles de personas de todo el mundo, muchos de ellos latinoamericanos, e incluso egipcios de confesión musulmana, se dieron cita en este incomparable marco para conmemorar este punto álgido de la liturgia pascual.

"Adoramos todos al mismo dios, no debería haber problemas", dijo a la AFP la egipcia Naglaa Shahin, de 35 años y la cabeza cubierta con velo. "El 90% de los musulmanes pensamos lo mismo", dijo. La falta de visibilidad y el mal sonido, hicieron que muchos acabaran yéndose mucho antes del final del Vía Crucis, retransmitido por televisión a varios países incluidos algunos árabes, y que concluyó con un canto maronita.

Y es que los maronitas libaneses, una rama del cristianismo, fueron los protagonistas del Rito de la Pasión celebrada poco antes en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

El Papa pudo escuchar las meditaciones de dos jóvenes libaneses que hablaron de las guerras que desangran Oriente Medio, en particular la guerra de Siria, y escenario de la difícil coexistencia entre musulmanes y cristianos, el auge del islam y la huida de muchos cristianos de la región ante la persecución que sufren, en particular en Egipto.

"Que la sangre de las víctimas inocentes sea la semilla de un Oriente más fraterno", que vuelva a ser la "cuna de las civilizaciones", dijeron.

El papa emérito Benedicto XVI había encargado antes de su renuncia estas meditaciones al patriarca de la Iglesia maronita libanesa Bechara Rai y éste encomendó su redacción a dos jóvenes.