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La sucesin en la isla

La renuncia de Fidel a la presidencia, el fin de una era

Su vida y la de la revolución son una sola. Siempre vestido de traje de campaña hasta que enfermó, dirigió Cuba como a un gigantesco ejército.

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La Habana - A sus 81 años y aquejado por una enfermedad, Fidel Castro, cabeza del único gobierno comunista de occidente, abandona hoy la Presidencia y pone fin a una era en la historia de Cuba, marcada por su fuerte liderazgo.

Su vida y la de la revolución son una sola. Jefe de las máximas instancias del poder político, "el Comandante en Jefe", siempre vestido de traje de campaña hasta que enfermó, dirigió Cuba como a un gigantesco ejército siempre en batallas.

Pero en julio de 2006 cayó gravemente enfermo -de un mal intestinal no revelado- y cedió el poder a su hermano Raúl provisionalmente hasta que este domingo sea relevado definitivamente, tras renunciar el pasado martes a la reelección.

"Traicionaría (...) mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo", dijo en su mensaje, publicado en la prensa oficial.

Decano de gobernantes, Castro es el único líder al que conocen siete de cada diez cubanos, por lo que su enfermedad abrió interrogantes sobre el futuro de la isla.

Para sus opositores, a los que tilda de "mercenarios" de Estados Unidos, la isla no soportará mucho la "inmovilidad" que -según dicen- ha prevalecido en este tiempo, y sostienen que terminarán por colapsar la revolución las dificultades económicas y la falta de libertades de las que acusan al Gobierno.

Su revolución ha resistido a 10 presidentes norteamericanos y a la caída del muro de Berlín, y desde su convalecencia vigilaba la continuidad de su obra desde un segundo plano, garantizada por su hermano Raúl.

Sobreviviente de cientos de complots contra su vida, el líder cubano mantuvo un frenético ritmo de actividad política que se interrumpió abruptamente el 27 de julio de 2006, cuando fue sometido a la primera de varias operaciones.

De su salud nunca se habló hasta que sufrió un leve desmayo en junio de 2001 en un acto en La Habana. Tres años después, el 20 de octubre de 2004, tuvo una caída que le fracturó la rodilla izquierda y el brazo derecho. El hombre de hierro, impetuoso e incansable, era mortal.

Fidel admitió que esta vez estuvo al borde de la muerte. Sufrió varias cirugías y dependió por meses de "venas tomadas y catéteres", según confesó.

"Ningún peligro es mayor que los relacionados con la edad y una salud de la cual abusé en los tiempos azarosos que me correspondió vivir", dijo en mayo pasado.

Este maestro de la oratoria y la comunicación con las masas se ha asegurado, no obstante, mantenerse presente a través de fotos, videos y artículos periódicos en la prensa, tituladas "Reflexiones del Comandante en Jefe".

Genio y figura, en su convalecencia ha seguido sin dar tregua a su enemigo Estados Unidos a través de sus comentarios -hasta ahora unos 80-, que renombro "Reflexiones del compañero Fidel". "Había que abrir fuego ideológico", dijo la semana pasada.

Desde su estratégica posición de primer secretario del gobernante Partido Comunista, mantendrá una amplia cuota de poder, por ser la fuerza superior de la sociedad y el Estado en Cuba.

"Jamás me jubilaré de la política", afirmó una vez Fidel, extremadamente reservado en su vida privada, con ocho hijos y casado con Dalia Soto del Valle.

Hijo de un inmigrante gallego terrateniente y una humilde campesina cubana, nació el 13 de agosto de 1926 en Birán (sureste) y estudió en colegios católicos jesuitas, que marcaron su personalidad.

Joven rebelde en la Universidad, donde se graduó de abogado, tomó las armas contra el dictador Fulgencio Batista. Su mejor época, dice, fueron sus 25 meses en la guerrilla en la Sierra Maestra (1957-1959), donde forjó su figura de jefe militar.

Prendió la mecha de la revolución con el asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 y, tras fracasar, guardar prisión y exiliarse en México, el 2 de diciembre de 1956 desembarcó en la isla para librar la lucha guerrillera que puso fin a la dictadura de Batista y lo llevó al poder el 1 de enero de 1959.