El total de muertes en Kenia como resultado de la violencia política desatada a partir de las elecciones de diciembre llegó a 1.000, informó hoy la Cruz Roja.
El anuncio fue hecho mientras representantes del gobierno electo y la oposición negocian el final del conflicto. Las negociaciones están siendo organizadas por Kofi Annan, el ex secretario de las Naciones Unidas.
La Cruz Roja informó que las muertes aumentaron en los últimos días por la escalada del conflicto en el este keniano. La lucha comenzó en diciembre por razones políticas, luego de que el presidente Mwai Kibaki fuese re-elegido el 27 de diciembre. Los seguidores de su derrotado opositor, y ex aliado, Raila Odinga no aceptaron el resultado y allí comenzaron los choques.
Las muertes son sólo consecuencia de las peleas étnico-políticos, sino que muchas han sido causadas también por represión policial y por saqueos. La Cruz Roja también ha informado que unas 340.000 personas han sido desplazadas de sus hogares por culpa de la violencia. Se espera que el número aumente, informó la organización.
Incentivados por Annan, el gobierno y la oposición acordaron el lunes negociar el final de los enfrentamientos, pero no logran acodar quién debe actuar de mediador. De hecho, hoy el gobierno rechazó el nombramiento del empresario sudafricano Cyril Ramaphosa para cumplir la función. Ramaphosa fue recomendado por Annan para la función y llegó a Nairobi el viernes pero se fue ayer luego de que dirigentes del gobierno dijeron que nadie los había consultado y temen que el sudafricano tenga vínculos con el partido de Odinga.