Las mujeres de Arabia Saudita manejan autos por primera vez en 30 años

Las mujeres manejaron automóviles este domingo por primera vez en Arabia Saudita, después de que fuera derogada la prohibición que lo impedía. Fue un momento histórico para las sauditas, que hasta ahora tenían que recurrir a esposos, padres, hermanos y otros conductores hombres para ir de compras, al trabajo, visitar amigos o incluso dejar a sus hijos en la escuela.

La prohibición había relegado a las mujeres al asiento trasero en los vehículos durante décadas, pero en las primeras horas del domingo las sauditas finalmente igualaron a las de otras partes del mundo en tomar el volante y manejar. “No tengo palabras, me emociona lo que está sucediendo”, afirmó Hessah al-Ajaji, que conducía a primeras horas el Lexus de su familia por la transitada avenida Tahlia de la capital.

Al-Ajaji tenía licencia de conducir estadounidense antes de conseguir la saudí y se veía cómoda al volante mientras se orillaba para estacionarse. Al hablar de cómo la veían otros automovilistas, dijo que “mostraron apoyo, me animaron y sonrieron”.

Durante casi treinta años, muchas mujeres (y hombres que las apoyaban) exigieron abiertamente que se reconociera el derecho de ellas a conducir. Las mujeres en Arabia Saudita enfrentaban el arresto si desafiaban la prohibición mientras que las de otros países musulmanes ya conducían libremente.

En 1990, durante la primera campaña de las activistas a favor de conducir automóviles, las mujeres que lo hicieron en Riad perdieron sus empleos, sufrieron una estigmatización grave y les prohibieron viajar al extranjero durante un año como castigo.

Los sectores ultraconservadores en Arabia Saudí afirmaron durante mucho tiempo que permitir a las mujeres manejar propiciaría el pecado y las expondría al acoso. Antes de autorizar el manejo a las mujeres, el reino había aprobado una ley contra el acoso sexual que prevé encarcelamiento hasta de cinco años en los casos más graves.

Las críticas contra las mujeres al volante fueron acalladas después de que el rey Salman anunció el año pasado que se les autorizaría manejar, pero simultáneamente al menos 10 de las activistas que exigían más abiertamente el derecho de las mujeres a conducir fueron arrestadas semanas antes del levantamiento de la prohibición, en un indicio de que solo el rey y su poderoso hijo, el príncipe Mohammed bin Salman, decidirían el ritmo del cambio.

Arabia Saudita detuvo a más de una decena de militantes de los derechos de las mujeres, acusándoles de traición y de desestabilizar al reino, días antes del levantamiento de la prohibición que impide conducir a las sauditas. Hace unos meses, se levantó la prohibición del cine.

En septiembre llegó la medida tan esperada con el aval del príncipe heredero, pero los activistas de los derechos humanos sostienen que la flexibilización de ciertas restricciones sociales no significa que la monarquía aspire a la democratización, y ponen como ejemplo los arrestos.

La activista Lujain al Hathlul, de 28 años, milita desde hace años por el derecho de las sauditas a conducir, así como por el levantamiento del sistema de tutela que supedita a las mujeres a la voluntad de un pariente varón para actividades elementales como viajar, estudiar o trabajar.

Ya fue detenida a finales de 2014 por haber intentado entrar en el país al volante de un coche desde los Emiratos Árabes Unidos. Fue liberada al cabo de 73 días gracias a la presión internacional. La prensa gubernamental tachó de "traidores" a la joven y a otros militantes detenidos en mayo, algunos de los cuales fueron liberados.

También está presa Aziza al Yusef, de 61 años, quien representa a las sauditas pioneras en la lucha por la igualdad de derechos y forma parte del pequeño número de mujeres que desafiaron la prohibición de conducir en 2013. En 2016, esta profesora universitaria jubilada intentó presentar una petición ante la Corte Real (firmada por miles de sauditas) para reclamar el final del sistema de tutela.

Y denunció la clemencia de la justicia en el juicio de un predicador saudita condenado a ocho años de cárcel por haber violado y asesinado a su hija de cinco años en 2011. Al contrario de muchas de sus colegas más jóvenes, Yusef expone argumentos en favor de los derechos de las mujeres desde una mirada islamista.

El abogado Ibrahim al Modaimeegh, otro detenido, es uno de los hombres que militó en los últimos años en defensa de los derechos de las mujeres sauditas. Estuvo en los consejos legislativos del país y participó en la elaboración de muchas leyes del reino, con lo que se ganó un prestigio que lo protegió durante mucho tiempo. Al Modaimeegh centró sobre todo en la defensa de las mujeres que desafiaron la prohibición de conducir.