Los indígenas suben la apuesta en Ecuador contra Lenín Moreno

Los manifestantes indígenas se enfrentaron ayer con la policía en Quito, en rechazo a los ajustes económicos decretados por el presidente de Ecuador Lenín Moreno. Piedras, pirotecnia y gases lacrimógenos fueron las armas con las que se midieron en los alrededores de la sede del Congreso, en el décimo día de protestas que dejaron al menos cinco muertos, 554 heridos y un millar de detenidos.

El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) dio un portazo al diálogo con el gobierno y prometió escalar las protestas. “Nada de diálogo con un gobierno asesino”, proclamó Jaime Vargas, poniendo en tela de juicio la mediación pedida por el jefe de Estado a las Naciones Unidas y la Iglesia Católica.

El dirigente llamó a “radicalizar las acciones” mediante bloqueos de vías y “tomas” de sedes públicas. “¡Vamos a radicalizar con más fuerza, compañeros, y si tiene que denunciar y si tiene que matarme que me maten!”, exclamó Vargas en el Agora, un coliseo de Quito donde fueron llevados los restos de Inocencio Tucumbi, un indígena asesinado en las manifestaciones.

La Conaie había exigido el jueves que el gobierno de Moreno derogue el decreto que eliminó los subsidios a los combustibles, la renuncia de los ministros de Gobierno y Defensa, María Paula Romo y Oswaldo Jarrín, y la salida del Fondo Monetario Internacional (FMI) de Ecuador.

El jefe de Estado, en tanto, rechazó dar marcha atrás con la medida, que implicó una suba de hasta 132% de la nafta y un ahorro para el fisco de 1.300 millones de dólares anuales. Los subsidios estaban vigentes en Ecuador desde 1974 y habían sido instaurados por la dictadura militar de Guillermo Rodríguez Lara.

Pese a la aguda crisis política y económica, Moreno resiste en el poder, atrincherado junto a su gabinete en la ciudad de Guayaquil. El presidente es respaldado por la cúpula de las Fuerzas Armadas, los principales grupos económicos de Ecuador y los partidos políticos de derecha.

Simón Pachano, doctor en Ciencia Política e investigador de Flacso, consideró que la salida anticipada de Moreno no es el escenario político más probable en Ecuador. “Si se quisiera aplicar lo que acá se denomina ‘la muerte cruzada’ se necesitarían dos tercios de la Asamblea para destituir al presidente (que es imposible conseguirlos) o que el propio presidente disuelva la Asamblea (que puede hacerlo en cualquier momento)”, afirmó a PERFIL. “La única posibilidad de cambio radical sería por fuera de la Constitución”, agregó.

Por el momento, Moreno llamó al diálogo, pero no anunció ninguna medida concreta para aplacar a los indígenas, que representan el 25% de la sociedad ecuatoriana. Castigados por la pobreza, trabajan en su mayoría en el campo y aseguran que el aumento de los combustibles agudiza aún más su precaria situación económica. “¡Vamos a la lucha porque esto nos afecta, nos mata!”, arengó Rosa Manobanda a sus compañeros en la asamblea celebrada ayer en Quito.

Víctimas. La Defensoría del Pueblo informó que las protestas dejaron hasta el momento cinco civiles muertos, 554 heridos y 929 detenidos. El gobierno, en tanto, reportó que 133 policías fueron heridos por los manifestantes. Diez uniformados que habían sido capturados el jueves por los índigenas fueron ayer liberados.

El ex presidente Rafael Correa exigió desde Bélgica la renuncia del jefe de Estado y la convocatoria a elecciones anticipadas. Imposibilitado de regresar al país, ya que la Justicia emitió una orden de prisión preventiva en su contra, y de ser candidato a la presidencia, debido a una enmienda constitucional que prohibió la reelección indefinida, el líder de la oposición apuesta a la caída de Moreno, que tiene mandato hasta 2021.

Cadena nacional. En un intento por sacar al país de la parálisis política y económica, Moreno propuso ayer por primera vez un diálogo directo con los indígenas que lideran las protestas. En un breve mensaje al país, el mandatario consideró “indispensable frenar la violencia”. “Hago un llamado a los dirigentes a dialogar directamente conmigo”, agregó.

“Una eventual salida negociada dependerá de la capacidad de los líderes para retomar la dirección de la protesta y de la voluntad del gobierno para definir medidas compensatorias”, aseguró Pachano.

Moreno intenta eludir el destino de muchos de sus antecesores. Entre 1995 y 2005 ningún presidente logró culminar su mandato constitucional, atenazados por crisis políticas y financieras.

Acorralado por un abultado déficit fiscal y la caída del precio del barril de petróleo, la principal exportación de Ecuador, el gobierno pidió un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) por 4.200 millones de dólares. En contrapartida, se comprometió a ajustar el gasto público, tomando como principal medida la eliminación de los subsidios al combustible.

El decreto firmado por Moreno, sumamente impopular, provocó un tsunami político de tal dimensión que amenaza con desalojarlo del Palacio de Carondelet.

Las claves

1 Moreno anunció en febrero que Ecuador había llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para recibir  un préstamo de 4.200 millones de dólares.

2 El 1º de octubre el presidente firmó un decreto eliminando los subsidios al combustible.

3 Los transportistas declararon una huelga. Los indígenas marcharon a Quito y exigieron que derogue el “paquetazo”.

4 El presidente se trasladó a Guayaquil y dijo que no daría marcha atrás con la medida.

5 La Confederación de Nacionalidades Indígenas llamó a radicalizar las protestas, tras la muerte de cinco manifestantes. El ex presidente Rafael Correa, en tanto, pidió elecciones presidenciales anticipadas.