Los servicios de inteligencia estadounidenses admitieron en un
informe que la situación en Irak contiene elementos propios de una guerra civil y podría
culminar con una fragmentación violenta del país y con un éxodo de refugiados.
Estas evaluaciones fueron realizadas por
16 agencias de servicios secretos civiles y militares Su
conclusión final es que
la única manera de frenar la guerra civil es aumentando la
presencia miliar en el país invadido en marzo de 2003. Esto explica la decisión del
presidente
George W. Bush de dar difusión al documento, señaló el
diario español
El País. Lo habitual es que este tipo de informes se
mantenga en reserva.
Las conclusiones fueron formuladas en el marco de la
Evaluación Nacional de Inteligencia realizados durante la
gestión de
John Negroponte al frente de la Dirección Nacional de
Inteligencia antes de ser enviado a la segunda posición de mando en el Departamento de Estado.
El informe
contradice las afirmaciones de Bush, quien suele repetir
que no se puede comparar la situación en Irak con una guerra civil. Los servicios de inteligencia
señalaron que “la expresión '
guerra civil' describe con exactitud elementos clave del
conflicto iraquí, incluida la
profundización de la separación étnica, la
transformación del carácter de la violencia, la mo
vilización étnico-sectaria y el
desplazamiento de la población".
Los ONU estima en
un millón el número de refugiados iraquíes en Siria y
Jordania. Esto genera un vacío de cuadros profesionales y empresariales, al tiempo que genera
tensión en los países vecinos.
Como es habitual, los servicios estadounidenses
acusan a la República Islámica de Irán de agudizar el conflicto al
apoyar a los chiítas y
critican a Siria por cobijar a partidarios de Saddam Hussein y por
no frenar el ingreso de milicianos a Irak a través de sus fronteras.
La inteligencia de la principal potencia mundial considera que la
retirada precipitada de las tropas de la ocupación
estadounidense generarían "la
intervención inmediata de otros países en el conflicto, un éxodo
de refugiados y un número masivo de víctimas civiles".
Especulan que “una
mayor violencia sectaria, asesinatos de líderes religiosos o el
rechazo suní a formar parte del Gobierno pueden conducir al país hacia un deterioro
rápido”.
Esto, “acabaría en una
catástrofe humanitaria, política y de seguridad; un caos
que podría culminar en la división del país y una guerra de duración inimaginable”,
advirtieron.
Por eso evalúan que es clave la presencia de tropas de EEUU "con niveles, operaciones y
recursos adecuados", lo que está en consonancia con los planteos de Bush, que
se niega a toda costa a abandonar el territorio iraquí.