Se espera que miles de venezolanos marchen este miércoles en Caracas y diferentes ciudades del país para exigir que cese la "usurpación" del poder al presidente Nicolás Maduro, quien por su parte movilizará a sus seguidores contra lo que denuncia como un golpe de Estado en curso orquestado por Estados Unidos. En tanto, la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora, designó a Gustavo Tarre Briceño como embajador "especial" del país ante la Organización de Estados Americanos (OEA), con lo que asumió funciones del Poder Ejecutivo, al que no reconoce.
Bajo fuerte tensión tras el fugaz alzamiento de un grupo de militares que desató pequeñas protestas, oficialistas y opositores sostendrán su primer gran pulso en las calles luego de las manifestaciones que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio de 2017. En el frente, los chavistas, que también marcharán en varias ciudades, buscan dar su apoyo al cuestionado segundo mandato de seis años que inició Maduro el 10 de enero, considerado "ilegítimo" por EE.UU., la Unión Europea (UE) y países latinoamericanos.
Tomando impulso bajo el joven liderazgo del jefe del Parlamento de mayoría opositora, Juan Guaidó, la oposición busca superar sus fracturas y reanimar a sus seguidores, fijando una nueva hoja de ruta: "cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres". "Tenemos una cita histórica con nuestro país (...) Vamos a cambiar Venezuela, a conquistar la democracia. ¡Este es el momento!", dijo Guaidó, al llamar a la población a manifestarse en todo el país.
El legislador pidió a los venezolanos dejar "la violencia a otros", y no "caer en provocaciones" tras recordar que "mañana darán los pasos para que cese la usurpación, lograr un gobierno de transición y elecciones libres". "Mañana tenemos que tener el doble valor para poder centrarnos en nuestro objetivo y ruta. Ejerceremos y nos reconoceremos como mayoría en cada rincón del país", afirmó este martes.
“La relación del venezolano hoy con el Estado es de terror”, dijo Guaidó en entrevista. “Cuando eso pasa, las voces y luces del mundo, esos mensajes, son incluso aliento para la lucha diaria y el resistir y soñar con democracia, con un mejor país”. Iris Varela, política del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y ministra a cargo de servicios penitenciarios, le respondió al legislador en Twitter: “Guaidó, ya te acomodé la celda, con tu respectivo uniforme. Espero que nombres rápidamente a tu gabinete para saber quiénes te van a acompañar”.
Por su parte, el diputado Juan Pablo Guanipa, afirmó que "nadie aguanta más, todos estamos hambriento de democracia y libertad, no podemos ser humillados más". "Le decimos a la FAN que nos acompañen este 23 de enero. A ustedes les aqueja los mismos problemas que todos los venezolanos", aseveró. Durante el plenario, la Cámara aprobó el proyecto de Ley de Amnistía a los militares, y designó a Gustavo Tarre Briceño como embajador "especial" del país ante la Organización de Estados Americanos (OEA), desafiando un fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que ratificó en la víspera el dictamen de 2016 que declaró en desacato al Legislativo y nulas todas sus decisiones.
La víspera, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, expresó abiertamente su apoyo a las protestas opositoras, tras lo que Maduro ordenó a la cancillería revisar los nexos diplomáticos con ese país. "Lo que ha hecho el gobierno de Estados Unidos, a través del vicepresidente Mike Pence, de dar órdenes de ejecutar un golpe de Estado fascista (...) no tiene parangón en la historia de las relaciones bilaterales", reaccionó el mandatario socialista. El gobierno además acusó a Pence de haber ordenado a los militares que se rebelaron el lunes entregar armas a activistas de Voluntad Popular -partido de Guaidó y del encarcelado líder Leopoldo López- para desatar el caos en las marchas.
Las manifestaciones antichavistas ocurren en medio de la peor crisis en la historia moderna del país petrolero, que sufre escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019. El colapso económico provocó el éxodo de 2,3 millones de personas desde 2015, según la ONU, el mayor movimiento migratorio en décadas en América Latina que dio lugar a brotes de xenofobia en países como Brasil, Colombia y Ecuador.
La marcha programada para esta miércoles será el primer gran enfrentamiento en las calles entre la oposición y el chavismo tras las protestas que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio de 2017, en medio de la profunda crisis económica. Este martes, unas 30 pequeñas protestas y disturbios ocurrieron en Caracas y sus cercanías. La noche del martes en los populares barrios Catia y Petare, decenas salieron sonando cacerolas y gritando: "Que se vaya Nicolás". Tanquetas antimotines recorrían sectores de la capital.
Los ánimos se caldearon el lunes cuando, en medio de llamados opositores a la Fuerza Armada para que desconozca a Maduro, 27 militares sublevados -y poco después detenidos-, robaron armas y se atrincheraron en un cuartel de Cotiza, llamando a los venezolanos a salir a las calles. Según expertos en seguridad, el incidente evidenció el descontento en la Fuerza Armada, considerada el sostén de mandatario socialista.
Para Guaidó, quien se dice dispuesto a presidir un gobierno de transición, la sublevación militar muestra que los llamados a los militares están comenzando a rebelarse contra sus líderes. Aunque la justicia lo declaró en desacato, el Parlamento, que considera a Maduro "usurpador", aprobó el martes dar amnistía a los militares que colaboren con un gobierno de transición. Si bien la Fuerza Armada dice estar unida, según la ONG Control Ciudadano unos 180 efectivos fueron detenidos en 2018 acusados de conspirar, unos 10.000 militares pidieron la baja desde 2015 y más de 4.000 desertaron de la Guardia Nacional en 2018.
D.S.
