Nicolás Maduro, denunció este miércoles la puesta en marcha de un golpe de Estado contra su gobierno desde Estados Unidos para derrocarlo. El presidente de Venezuela advirtió además al Grupo de Lima (integrado por 14 países americanos que buscan una salida pacífica a la crisis venezolana, entre los que se encuentra Argentina) que tomará medidas diplomáticas si en 48 horas no rectifica su posición de no reconocer su investidura, en la víspera de asumir su segundo mandato de seis años.
"Se entregó a todos los gobiernos del 'cartel' de Lima una nota de protesta donde les exigimos una rectificación de sus posiciones sobre Venezuela en 48 horas o el gobierno tomará las más urgentes y crudas medidas diplomáticas", sentenció el mandatario en rueda de prensa según publicó AFP.
Con el apoyo de Washington y la excepción de México, el Grupo de Lima —formado el 8 de agosto de 2017 en la capital peruana— emitió el viernes pasado una declaración, en la que le pidió no tomar posesión el jueves y transferir el poder al Parlamento de mayoría opositora, para que luego se convocan "elecciones democráticas".
"Está en marcha un golpe de Estado ordenado desde Washington, ordenado desde el cartel de Lima contra el gobierno constitucional que presido, el pueblo venezolano sabrá responder cualquier acción", aseguró Maduro en un prolongado discurso.
El sucesor de Hugo Chávez, que ocupa el cargo desde 2013, además, calificó al presidente Mauricio Macri como "el señor destructor de Argentina" y a su par chileno, Sebastián Piñera como "pichón de Pinochet".
Maduro además cuestionó la decisión de Perú de prohibirle el ingreso al país a él, a sus funcionarios, y eventuales transferencias bancarias. "Me parece que la decisión del gobierno de Perú es una ridiculez, es una estupidez, creo que se le mete en la cabeza la prepotencia, la arrogancia, el racismo que ha tenido la oligarquía peruana toda la vida contra Venezuela", sostuvo.
El Grupo de Lima, la Unión Europea (UE), y Estados Unidos desconocieron la reelección de Maduro en los comicios del 20 de mayo, adelantados por la oficialista Asamblea Constituyente y boicoteados por la oposición, que los consideró un fraude.
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Mientras que Maduro se posesionará con la presencia de sus aliados, los presidentes Miguel Díaz-Canel (Cuba), Evo Morales (Bolivia) y, posiblemente, Daniel Ortega (Nicaragua), la Organización de Estados Americanos (OEA) tendrá una sesión extraordinaria sobre Venezuela.
La Iglesia local también desconoció un nuevo mandato. A través de un documento que se conoció el martes, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) señaló que una nueva presidencia de Maduro sería “ilegítima por su origen”.
“La pretensión de iniciar un nuevo período presidencial el 10 de enero de 2019 es ilegítima por su origen, y abre una puerta al desconocimiento del Gobierno porque carece de sustento democrático en la justicia y en el derecho”, dice la exhortación de los obispos.
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La Iglesia católica venezolana dijo, además, que el país vive “un régimen de facto, sin respeto a las garantías previstas en la Constitución y en los más altos principios de dignidad del pueblo”.
Oposición. El martes por la noche, la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela (ANC) de mayoría oficialista, aprobó un decreto que permite condenar por "traición a la patria" a cualquier venezolano que apoye los pronunciamientos del Grupo de Lima y además debatió sobre la posibilidad de disolver la Asamblea Nacional.
El presidente de la ANC, Diosdado Cabello, aseguró que se debe “exigir de forma categórica a los poderes públicos competentes el tratamiento de traidores a la patria y el establecimiento de las sanciones correspondientes para quienes expresen su apoyo a la inmoral declaración del Grupo de Lima”.
El decreto establece que el Tribunal Supremo de Justicia se encargará de abrir una investigación a quien exprese su apoyo a las resoluciones del Grupo de Lima.
Con respecto a la Asamblea Nacional, Cabello indicó que “si la Asamblea Nacional no actuase en defensa de la soberanía e independencia de la República Bolivariana de Venezuela, rechazando en todos sus términos la inmoral injerencista y violatoria posición del Grupo de Lima, la ANC ejercerá con apego estricto a la Constitución las acciones necesarias para corregir de manera oportuna y ejemplarizante esta terrible conducta”.
M.S./F.F.
