Pese a los roces y declaraciones cruzadas de las últimas semanas, incluso con el presidente Mariano Rajoy todavía sin oficializar si reconocerá el resultado de las próximas elecciones presidenciales de Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro dejó de lado las bravatas y ofreció a España normalizar relaciones diplomáticas. El posible acercamiento se trató en una reunión de funcionarios este miércoles en Madrid, reunión realizada a pedido del presidente Maduro, anunciaron ambos países.
"Se habló de restablecer los embajadores, que el embajador nuestro Mario Isea vuelva a Madrid y que el embajador español vuelva a Caracas (...) estoy de acuerdo que vuelvan", dijo Maduro en Caracas durante el programa de televisión del poderoso dirigente Diosdado Cabello. Fue una reunión "dura" afirmó el mandatario venezolano, quien considera que la Unión Europa tiene una posición "extremista" sobre su gobierno. "Le hago un llamado a mi amigo Mariano Rajoy, 'Marianito', vamos a arreglar esto", recalcó al referirse al jefe del gobierno español.
El viceministro venezolano para la UE, Yván Gil, recibido por el secretario de Estado español para Iberoamérica, Fernando García Casas, llegó a Madrid con la "instrucción" de Maduro de volver "a abrir espacios de diálogo", indicó en Bruselas el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza. En la cita, los representantes de ambos países "han reconocido la conveniencia de normalizar un diálogo bilateral teniendo en cuenta los importantes vínculos existentes", señaló de su lado un comunicado del ministerio español. Las relaciones entre España y Venezuela se mantienen en un punto crítico desde que en enero el gobierno de Maduro expulsó al embajador español, lo que fue respondido con una medida similar por Madrid.
Caracas tomó esa decisión luego de que la Unión Europea impusiera sanciones a siete altos funcionarios del país chavista, castigo que, según Maduro, fue alentado por España. Además, la reunión se produce a pocas semanas de las elecciones presidenciales del 20 de mayo en Venezuela, en las que Maduro buscará su reelección, en un contexto de crisis generalizada en el país sudamericano.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) rechaza los comicios al sostener que no ofrecen garantías. El gobierno de Rajoy ha evitado decir abiertamente si desconocerá los resultados, tal y como sí lo harán otros países críticos con Maduro como la Argentina. El mandatario español analiza en todo caso plegarse a la posición conjunta que asuma la UE.
Con los renovados contactos, el objetivo es que "podamos dentro de lo posible (...) normalizar la relación diplomática con España", afirmó el canciller Arreaza.
Desde Buenos Aires, donde se encontraba de visita, Rajoy advirtió el martes que la "única solución viable" para Venezuela es "devolverle la palabra a los venezolanos sin cortapisas, sin amenazas y sin aprovechar el hambre y la miseria provocada por la incompetencia, o peor, para establecer regímenes clientelares".
España ha mantenido tensas relaciones con Venezuela desde que estaba en el poder Hugo Chávez, antecesor y mentor de Maduro, quien ha llegado a acusar a Madrid de formar parte de una "conjura internacional" para derrocarlo.
