Washington - El día en que el presidente de los Estados
Unidos,
George W. Bush, anunciará el envió de 20.000 soldados adicionales a Irak, una
encuesta realizada por el Instituto Gallup revela que
sólo el 12 por ciento de los ciudadanos norteamericanos está de acuerdo con la nueva
estrategia de la Casa Blanca.
Publicada por el diario
USA Today, la investigación de la consultora favorece políticamente al
Partido Demócrata, el cual se niega a incrementar la intervención estadounidense en el país
de Medio Oriente.
De acuerdo a un análisis realizado por el
Washington Post, el gobierno de Bush planea aumentar los 140.000 marines desplegados, a
pesar de las advertencias de los generales, quienes pidieron, en caso de fortalecer las tropas,
esfuerzos tanto políticos como económicos para crear empleos en Irak.
Bush quiere, en palabras de su portavoz
Tony Snow, recuperar la confianza de los ciudadanos estadounidenses en la política
de Irak. Para obtener el apoyo del Congreso,
el jefe de Estado quiere vincular el envío de soldados con compromisos por parte
del gobierno iraquí.
De este modo, el gabinete de
Nuri al Maliki deberá actuar de igual modo contra las milicias sunitas y chiitas.
Además, la minoría sunita deberá estar más presente en la política.
Por otra parte, el embajador de Arabia Saudí en Estados Unidos, el príncipe
Turki al Faisal, declaró que ningún país extranjero podrá eliminar la violencia en
Irak. En su opinión, eso es algo que sólo los iraquíes pueden conseguir.