Al igual que su compatriota, la blogger recientemente premiada, Yoani Sánchez, la médica disidente cubana Hilda Molina utiliza su blog para acercar sus vivencias y padecimientos bajo el régimen impuesto por Fidel Castro.
En su último y extenso posteo, por ejemplo, agradece a su madre. “Desde hace más de seis meses, mi madre se encuentra junto a nuestra amada familia en Argentina, pero como siempre, ella me acompaña. En estos momentos, cuando 10000 kilómetros nos separan físicamente, la recuerdo dulcificando y purificando mis angustias en aquellos años tenebrosos”, señala.
También le dedicó un post a su nuera, la argentina Verónica Scarpati. Allí explica: “Contaba ya 50 años de edad, y enfrentaba una de las etapas más complejas y tristes de mi maltratada vida, cuando cual ráfaga milagrosa de alegría y consuelo, Dios me obsequió a Verónica, la hija tanto tiempo añorada. Verónica llega a nuestra familia en el momento más difícil de toda mi trayectoria dentro del comunismo cubano; en el período final de esa trayectoria”.
Refiriéndose a la esposa de su hijo indicó además: “El vientre bendito de mi hija Verónica, acunó a mis dos divinos tesoros, Roberto Carlos y Juan Pablo. Mis adorables nietos, esos niños argentinos inocentes, cuyo elemental derecho de crecer en una relación normal con su familia paterna, es violado desde que nacieron, por hombres cubanos que invaden y profanan el sagrado y venerable universo familiar, con sus irracionales decisiones políticas, sus demenciales venganzas, y su abuso de poder.”
Pero Molina no sólo utiliza su bitácora para dar a conocer su historia en primera persona. También lo hace para que sus lectores estén enterados de las repercusiones de su caso, se encuentren donde se encuentren.
Así, ocupan gran parte de su blog los posteos en los que reproduce las notas que los medios publican sobre su caso. En su gran mayoría, se trata de crónicas y reportajes realizados por medios argentinos. Esa fue la manera que eligió para informarle al mundo que el postergado viaje de la presidenta a la isla la llena de expectativas.