La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se encuentra ante una delicada situación desde que se aprobó el pedido para que se analice un juicio político en su contra y su imagen positiva en el país bajó aun más.
Por eso razón, miles de manifestantes salieron a las calles en las ciudades más importantes para exigirle a la mandataria que termine con la corrupción y con la crisis económica.
Al borde del juicio político y con la economía en su peor estado de los últimos 20 años, la presidenta Rousseff debe afrontar ahora a los miles de manifestantes que hay en su contra.
"Estamos cansados. Queremos cambiar. ¡Sacar a esta pandilla de corruptos!", rezan la mayoría de los carteles a lo largo de Brasil.
La Mandataria en estos momento intenta que el pedido de juicio político sea aprobado rápidamente en la comisión parlamentaria dedicada a eso, ya que confía que una vez en al cámara de diputados la oposición no contará con los votos necesarios para sacarla de su cargo.