La misteriosa Isla Sentinel del Norte llegó a los medios luego del asesinato de un misionero estadounidense que quería evangelizar a la peligrosa tribu que nunca había tenido contacto con el mundo exterior, pero fue asesinado a flechazos cuando intentaba ingresar a la isla. Antes de ello, escribió sus últimas palabras en su diario de viaje: "Dios, no quiero morir".
John Allen Chau, de 26 años y oriundo de la ciudad de Vancouver (Washington), sabía que se enfrentaba a peligros mortales en las remotas Islas Andaman, en la Bahía de Bengala, India. En este caso, no pudo difundir sus experiencias en su cuenta de Instagram por el ataque de los nativos, aunque sí registró sus últimos movimientos en su diario personal de viaje.
El misionero intentó acercarse de manera pacífica, pero cada movimiento suyo era considerado como una amenaza por los sentineleses. Primero intentó hablarles en su idioma desde su pequeño kayak y hasta les cantó canciones religiosas, pero no le respondieron.
Un estadounidense fue asesinado por una tribu en la Isla Sentinel del Norte
"Grité: 'Mi nombre es John, te amo y Jesús te ama'", escribió Chau en su fallido intento de acercarse, ya que uno de los jóvenes de la tribu le disparó con una flecha que perforó su Biblia. "Ustedes podrían pensar que estoy loco por todo esto, pero creo que vale la pena declarar a Jesús a estas personas. Dios, no quiero morir", escribió en una última nota a su familia el 16 de noviembre, poco antes de dejar el bote de pesca para intentar conocer a los miembros de la tribu, decisión que le costó la vida.
Chau también quiso conquistarlos ofreciéndoles peces y pequeños regalos, sin embargo, no los convenció y terminó asesinado por los flechazos de la tribu. Los pescadores de la zona vieron cómo los nativos arrastraron y enterraron su cuerpo que ahora pretende ser recuperado por las autoridades indias.
"¿Por qué este hermoso lugar tiene que tener tanta muerte aquí? Espero que esta no sea una de mis últimas notas, pero si lo es, que 'para Dios sea la Gloria'", fueron las últimas palabras que el misionero escribió.
Cómo vive la tribu que atacó a un estadounidense en la Isla Sentinel del Norte
El estadounidense ya había tenido otras experiencias peligrosas en África y Asia en su idea de evangelizar a otras tribus. Había realizado cuatro viajes anteriores a las Islas Andaman y Nicobar a partir de 2015 y llegó a Port Blair a mediados de octubre con una visa de turista, según la policía. Pagó a cinco pescadores para que lo llevaran a North Sentinel Island, dijo Deepak Yadav, un alto oficial de la policía en Port Blair.
Pese a los testimonios y evidencias, Lynda Adams-Chau, la madre del joven, cree que aún está vivo. "Creo que todavía está vivo. Me lo dicen mis oraciones", dijo la mujer en un correo enviado a The Washington Post.
Los familiares de Chau publicaron un mensaje en su cuenta de Instagram reconociendo las malas noticias: "Era un hijo, hermano, tío amado y nuestro mejor amigo. Para otros, fue un misionero cristiano, un médico de emergencias en el desierto, un entrenador de fútbol internacional y un montañista. Amaba a Dios, a la vida, ayudando a los necesitados y no tenía más que amor por los sentineleses".
"Es una propuesta difícil", dijo Dependera Pathak, director general de policía en las islas, consultada por AP respecto de la posibilidad de recuperar el cuerpo. "Tenemos que ver qué es posible, cuidando al máximo la sensibilidad del grupo y los requisitos legales". La policía está consultando a antropólogos, expertos en bienestar tribal y académicos para encontrar una manera de recuperar el cuerpo. El oficial informó que siete personas han sido arrestadas por ayudar a Chau, incluidos cinco pescadores, un amigo y un guía turístico local. La isla es tan misteriosa que nadie sabe aún cuántos nativos viven allí, aunque se estima que serían entre 100 y 150.
ED CP
