Dos jóvenes murieron ayer en Venezuela, tras ser heridos en las últimas horas por armas de fuego en circunstancias que aún no fueron aclaradas por las autoridades. Desde que estallaron hace poco más de un mes las violentas protestas contra el gobierno, el balance oficial de víctimas fatales trepó a 37 personas. Miguel Joseph Medina Romero, de 20 años, murió ayer por la madrugada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General del Sur, tras haber recibido un balazo en el abdomen el pasado 3 de mayo, durante una protesta en Maracaibo, estado de Zulia. Por su parte, Hecder Lugo Pérez, también de 20 años, falleció en el estado de Carabobo, tras ser baleado el jueves en la cabeza. El Ministerio Público difundió ayer un balance oficial que incluyó 37 víctimas fatales –18 de ellas en el Area Metropolitana de Caracas–, 717 heridos, 152 detenidos, y decenas de comercios saqueados. En respuesta a la ola de críticas de la comunidad internacional, el ministro de Educación, Elías Jaua, aclaró ayer que el uso de la fuerza en las protestas opositoras fue “legal, proporcional y diferenciado”. “Incluso pudiéramos decir que estamos por debajo de los estándares porque estamos enfrentando a manifestantes armados, con pistolas, escopetas de fusiles en algunos casos”, afirmó el funcionario, enfatizando que los manifestantes armados “ocasionaron la muerte de cinco efectivos policiales, militares, y de la guardia nacional”. Según Jaua, las fuerzas de seguridad respondieron “con agua de propulsión, bombas lacrimógenas y contención física”. “Hasta ahora el Estado venezolano no ha autorizado el uso de armas de fuego, incluso contra manifestantes armados, porque nosotros somos una nación democrática, respetuosa de los derechos humanos”, agregó.
Respuesta. Los opositores preparan hoy una marcha de mujeres que –vestidas de blanco– tratarán de llegar a la sede del Ministerio de Interior, en el centro de Caracas, para exigir el cese de lo que denuncian como una “salvaje represión”. “El régimen se está cayendo. No tiene fuerza y está mostrando lo peor que tiene, usando las armas porque no tienen la razón”, dijo Lilian Tintori en el portón de la cárcel de Ramo Verde, donde está detenido su esposo, el opositor Leopoldo López. Las protestas comenzaron luego de que el chavismo perpetrara un autogolpe judicial –y luego diera marcha atrás–, mediante un fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que asumía las funciones de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
