Eligió cuidadosamamente la peluca, se calzó el impermeable y se dirigió al Aeropuerto de Orlando
con la firme intención de no ser reconocida.
Cegada por los celos,
comenzó la persecución de aquella mujer,
esa que consideraba su competidora. La vio bajar del avión
y la siguió hasta el estacionamiento. Allí
la golpeó, con el propósito de dejarla inconsciente y
secuestrarla.
No es la trama de una película de Almodóvar ni un adelanto de la nueva temporada de
Amas de casa desesperadas.
Esto ocurrió en la vida real, y las protagonistas de esta peculiar
escena son, además, dos astronautas de la NASA.
El triángulo amoroso espacial está compuesto por la capitán de Marina,
Lisa Nowak (la perseguidora), su compañera
Collen Shipman (la secuestrada) y el piloto
William Oefelein.
La escena podría haber terminado en tragedia, pero Nowak
fue descubierta en el estacionamiento por la policía.
Acusada de intento de asesinato -delito por el que podría ser
condenada a cadena perpetua-, la mujer quedó detenida, aunque luego fue liberada bajo una fianza de
15.000 dólares. Se le instaló un grillete electrónico para controlar sus movimientos.
Según relató Shipman a la Policía,
Nowak le lanzó, a través de la ventanilla de su auto, una
sustancia química que la encegueció momentáneamente.
En el momento de su detención
llevaba un cuchillo plegable, una pistola de aire comprimido,
guantes de goma, bolsas de plástico y un dispositivo para lanzar gas pimienta. En tanto, en
el auto de la presunta secuestradora la policía encontró
una carta que describe su amor por Oefelein y transcripciones de
mensajes de texto que Shipman le habría enviado al piloto.
Nowak está casada y tiene tres hijos. Sin embargo, eso no
impidió que manejara 1500 kilómetros –desde Texas hasta Orlando- para atacar a su compañera y
quitarla del medio. Según explicó la joven detenida, la relación que mantenía con Oefelein era
“algo más que una relación de trabajo, pero menos que una
relación amorosa”.
El objeto de deseo, Wllliam Oefelein, es piloto de la Marina e integró la tripulación del
Discovery en una misión a la Estación Espacial Internacional en diciembre del año pasado.