Hollywood -
Hillary Clinton y Barack Obama debatieron con firmeza aunque educadamente anoche
durante el primer debate televisado que los puso solos en escena, en el corazón de Hollywood, en el
teatro Kodak donde cada año se otorgan los Oscar.
Clinton y Oama se abstuvieron esta vez de ataques frontales agresivos, contrariamente a los
debates precedentes. Obama
, de 46 años, evocó una vez más la elección entre "el pasado y el porvenir",
mientras que
la ex primera dama estadounidense, de 60 años, destacó su experiencia.
Lo que tuvo lugar esta vez fue una amable discusión sobre las diferencias políticas entre
ambos,
muy lejos del veneno de anteriores discusiones. Ambos son los dos aspirantes
demócratas en competición, tras la retirada el miércoles de
John Edwards.
"¡
Lo estamos pasando muy bien, estamos pasando un momento fantástico!", dijo Clinton
en un momento dado, en una semana en la que Obama pareció desairar a su rival al asistir al
Congreso para el discurso del estado de la nación del presidente George W. Bush.
Clinton recalcó que mientras Obama y ella diferían en temas relacionados con la salud
pública, remedios económicos y como gestionar gobiernos extranjeros no afines,
lo que los unía era mucho mejor, un deseo compartido expulsar de la Casa Blanca a los
republicanos.
Por su parte,
Obama quitó dramatismo a algunos de los intercambios de opinión subidos de tono
que caracterizaron las recientes semanas de la interna demócrata. "Quiero subrayar que con Hillary
Clinton éramos amigos antes de que empezáramos esta campaña, y que
seré amigo de Hillary Clinton cuando la campaña termine", dijo, lo que provocó un
cálido aplauso.
El debate se produjo
de cara a las primarias del "supermartes", en las que se puede decidir quién
obtendrá la candidatura demócrata para las elecciones estadounidenses de noviembre. Su desempeño
entonces puede determinar la votación en los 22 estados que sufragan el próximo martes.
El equipo de Obama logró un impulso en su campaña contra la favorita Clinton con una
sensacional recaudación en enero de 32 millones de dólares, un potente presupuesto de guerra para
cubrir la campaña en los estados del "supermartes" con avisos que promueven su mensaje de cambio.
Al llegar al debate, ninguno sabía cómo se volcará la balanza con la retirada de Edwards,
quien obtuvo el 30% de los votos en los 'caucus' de Iowa y 17% en las primarias de New Hampshire y
Carolina del Sur.
Tanto Clinton como Obama han ganado las primarias en dos estados. La ex primera
dama tiene además otras dos amplias victorias simbólicas en estados donde Obama no compitió. Tanto
en California como en Nueva York -estados incluidos en el 'supermartes'- la ex primera dama
mantiene ventaja, pero Obama ha erosionado esos márgenes, un signo de que el "supermartes" podría
no definir esta lucha codo a codo, y que los dos tendrían que batallar hasta la convención nacional
que nominará al candidato demócrata a fines de agosto.
El lunes, Obama tuvo un gran espaldarazo con el apoyo del veterano senador Ted Kennedy. Éste
le puso el manto del legendario presidente John F. Kennedy al objetivo de Obama de convertirse en
el primer presidente negro de Estados Unidos.
El debate demócrata sucedió al del miércoles por la noche, también en California, entre los
dos principales precandidatos republicanos John McCain y Mitt Romney, durante el cual McCain le
reprocho a su rival querer establecer una agenda de retirada de las tropas desplegadas en Irak.
Por su parte el gobernador de California y ex actor Arnold Schwarzenegger declaró el jueves
su apoyo a McCain, después de visitar juntos una planta de tecnología solar en Los Ángeles.
Brindo mi apoyo al senador McCain para que se convierta en el próximo presidente de Estados
Unidos", declaró Schwarzenegger.