Desde ahora, cualquier simpatizante del demócrata Barack Obama podrá dormir con el candidato
presidencial sin causar un revuelo mediático, porque la compañía
Heroebuilders
, dedicada a la fabricación de muñecos articulados, decidió lanzar a través de Internet un
Obama de peluche, ideal para innovar un poco al ya gastado osito Teddy.
El muñeco mide 20 centímetros y está relleno de felpa; ideal para apretujarlo para aflojar la
tensión de las preliminares demócratas donde los candidatos están cabeza a cabeza. Su precio es de $16.95 y la página avisa: "
Ordene ahora, antes de que se termine. Y pida más para sus amigos".
La empresa desde hace un tiempo fabrica políticos articulados en miniatura: George Bush,
Hillary Clinton, Dick Cheney, Mahmoud Ahmadinejad (presidente de Irán), Kim Jong Il (el
dictador que gobierna Corea del Norte), Saddam Hussein en varias versiones (una muy vendida es el
Saddam ahorcado), figuran en sus lista. Hasta un muñeco de Jesús que habla puede ser comprado
en su sitio Web.
De nuestro continente el único representante de juguete es el verborrágico y desafinado Hugo
Chávez, presidente de Venezuela, que se vende a 29,95 dólares. La especialidad de Hugo es hablar y
su muñeco repite esta cualidad: con sólo apretar un botón el mini-Chávez repite su discurso de la
ONU, en el que criticó a Bush: "
En este mismo lugar huele a azufre todavía", dice el
politic-toy.
La pregunta sea cae de madura:
¿Para cuando los muñequitos de Néstor y Cristina Kirchner?