INTERNACIONAL

Para los demócratas, la expulsión de Hodges pone en peligro las preferencias arancelarias andinas

La decisión de Rafael Correa de echar a la embajadora estadounidense en Quito podría tener consecuencias en el intercambio comercial de ambos países.

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La expulsión de la embajadora de EEUU de Ecuador, Heather Hodges, no sólo es "decepcionante y contraproducente" sino que pone en riesgo la posible extensión de las preferencias arancelarias andinas, dijo el legislador demócrata Elliot Engel.

La decisión del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de expulsar a la embajadora es "contraproducente" para las relaciones entre EEUU y Ecuador y para el pueblo ecuatoriano, dijo en un comunicado Engel, el demócrata de mayor rango en el subcomité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.

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Engel recordó que "decenas de miles" de productos ecuatorianos dependen de la ley de preferencias arancelarias andinas, conocida en inglés por la sigla ATPDEA, que caducó el pasado 12 de febrero y el Congreso aún no ha aprobado otra prórroga.

La ATPDEA permite la exportación a EEUU, libre de aranceles, de miles de productos andinos, en reconocimiento de la lucha antidrogas en la región.

Los gobiernos de Quito y Bogotá han venido presionando al Congreso para que extienda esa ley. Bolivia fue suspendida del programa y Perú ya cuenta con un tratado comercial con este país.

Pero Correa "ha minado seriamente la posibilidad de que estas preferencias sean restablecidas en un futuro previsible. La expulsión irresponsable de la embajadora Hodges por parte de Correa es antojadiza e impulsiva, y llega a un gran costo para su propio pueblo", advirtió Engel.

Ecuador no quiere que EEUU lo eche en el mismo saco que Venezuela y Bolivia como un "obstáculo para el progreso" y "aunque quiero darle al presidente Correa el beneficio de la duda, en Sudamérica él se ha sumado al club exclusivo de líderes que han expulsado a embajadores estadounidenses", señaló el congresista neoyorquino.

Engel se refería a que Bolivia expulsó al embajador estadounidense en 2008, y Venezuela no acepta a Larry Palmer como embajador de EEUU en Caracas.

Si el presidente Correa quiere separarse de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, "este es el momento de hacerlo", recomendó Engel.

Aunque Engel vaticinó que Washington responderá de igual manera con la expulsión del embajador ecuatoriano ante la Casa Blanca, dijo que espera que esta disputa diplomática "sea corta y que Ecuador no se convierta en el tercer país de Sudamérica con el que EEUU compartirá una larga ausencia de embajadores".

Ecuador declaró "persona non grata" a Hodges y le pidió que salga del país, en reacción a un supuesto cable firmado por ella en 2009 y divulgado por WikiLeaks sobre la corrupción en la Policía ecuatoriana.

El pasado 19 de marzo, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, anunció la renuncia del embajador en México, Carlos Pascual, un diplomático al que el presidente Felipe Calderón ha criticado abiertamente tras las filtraciones de WikiLeaks.

Por su parte, la embajada de Ecuador en Washington dijo en un comunicado que la situación actual es "lamentable" pero, como dijo la cancillería ecuatoriana, "la respuesta de hoy está dirigida únicamente a la embajadora Heather Hodges, y no hacia el Gobierno de EEUU o la Administración Obama".

"Las relaciones entre nuestros dos países continúan siendo fuertes y basadas en el respeto mutuo y la cooperación. Es desafortunado que los documentos divulgados en WikiLeaks hacen imposible continuar colaborando con la actual embajadora en Quito", dijo la embajada.

"Esperamos trabajar con un nuevo embajador y cualquier otro funcionario del Gobierno estadounidense designado apropiadamente", puntualizó.