INTERNACIONAL
OLA DE CALOR EN EUROPA

París arde de calor y la Catedral de Notre Dame podría sufrir derrumbes

Las termómetros alcanzaron este miércoles en París la cifra récord de 42,6 °C. La estructura de la catedral podría verse afectada a medida que se seca el agua que conserva.

Notre Dame
Notre Dame | Cedoc

La ola de calor que afecta a Francia podría echar abajo por completo la cúpula de la catedral Notre Dame de París, dañada por el incendio del pasado mes de abril, advirtió el principal arquitecto del histórico templo católico, Philippe Villeneuve. Según explicó al, diario parisino L'Express, gran parte de los muros de piedra de la catedral siguen inundados después de que los bomberos extinguieran el fuego.

Aunque los sensores colocados en toda la estructura aún no detectaron ningún movimiento, a Villeneuve le preocupa que el techo abovedado de la catedral pueda colapsar a medida que las abrasadoras temperaturas aceleren el proceso de secado. "Lo que temo es que las juntas o la mampostería, cuando se sequen, pierdan su cohesión y sus cualidades estructurales y que, de repente, la bóveda pueda caer", admitió Villeneuve , que se mostró preocupado. "Todavía puede desmoronarse en cualquier momento", insistió.

Millones de europeos vivieron un jueves sofocante por la ola de calor, la segunda en menos de un mes, que culminó con récords de temperatura en Alemania, Bélgica y Holanda, así como en París, donde se rebasaron los 42 ºC. La capital francesa batió su récord de calor con 42,6 °C, siendo la segunda vez que las temperaturas superan allí los 40°C. La primera fue el 28 de julio 1947, cuando el mercurio marcó 40,4 °C. 

Para hacer frente al calor apabullante, parisinos y turistas buscaban un poco de frescura en las fuentes de París, como la del Trocadero, frente a la Torre Eiffel, que se convirtió en una piscina al aire libre. Los usuarios de los transportes públicos sufrían también los rigores de las temperaturas.

"¡Hace muchísimo calor en el metro, es insoportable!", dijo Petra Ulm, una austriaca residente en Francia. "Hay muchísimas personas, no hay aire acondicionado y estamos los unos encima de los otros", añadió, mientras le caían gotas de sudor por la frente. "¡Tengo la impresión de haber abierto la puerta de un horno!", exclamó Vanessa Bouisson, una transeúnte de 38 años, tras terminar su jornada laboral.

Las olas de calor serán cada vez más frecuentes en todo el mundo, según científicos, que responsabilizan al cambio climático provocado por el ser humano. Las temperaturas mundiales nunca habían aumentado en los últimos 2.000 años tan rápido como ahora, según datos publicados el miércoles en dos estudios separados en las revistas Nature y Nature Geoscience

"Lo que temo es que las juntas o la mampostería, cuando se sequen, pierdan su cohesión y sus cualidades estructurales y que, de repente, la bóveda pueda caer", admitió Villeneuve , que se mostró preocupado.

"Todavía puede desmoronarse en cualquier momento", admitió Villeneuve

Los récords cayeron también en varios países del norte de Europa: 42,6 °C en Alemania, 40,6 °C en Bélgica y 40,4 °C en Holanda. El calor era tal que el metal se dilataba en algunos puentes de Ámsterdam, por lo que empleados de la alcaldía tuvieron que rociarlos con agua para tratar de enfriarlos. Los ciudadanos adoptaban sus propias estrategias para soportar el bochorno, como Serona Methorst, una estudiante holandesa de 19 años. "Procuro no moverme mucho para no tener demasiado color", contó, acostada bajo la sombra de árboles en La Haya.

En el centro del país, la policía intentó negociar una tregua con los ladrones y criminales, lanzando en Facebook un llamado para que se queden "tranquilos". "!Es muy difícil trabajar en estas condiciones!", dijeron. Dos presuntos traficantes incluso llamaron a la policía para que los liberara de un contenedor en el que se quedaron encerrados, con temperaturas que se situaban en torno a los 40 ºC, cuando estaban "sacando droga", en el puerto de Amberes, en Bélgica.

Después del fuego, el agua amenaza ahora la estructura de Notre Dame

En Alemania, la central nuclear de Grohnde, en Baja Sajonia (oeste) cerrará temporalmente el viernes hacia el mediodía, ya que se espera que la temperatura del agua del río Weser alcance el umbral crítico de 26°C en ese momento. El agua es utilizada para enfriar el reactor y después es vertida nuevamente al río. En Herne evacuarán a todos los peces de los estanques de la ciudad para salvarlos, ya que debido al calor, el contenido de oxígeno en el agua se reduce considerablemente. 

Por otra parte, la empresa ferroviaria alemana Deutsche Bahn informó a sus usuarios que debido a la ola de calor podrán aplazar gratuitamente sus viajes, mientras los trenes de alta velocidad Thalys, que conectan varias ciudades de Francia, Bélgica, Holanda y Alemania, anunció por su parte la suspensión de la venta de billetes en todas sus líneas por la canícula.

En Austria, un niño de tres años murió de deshidratación. Fue hallado inconsciente el lunes en un vehículo estacionado bajo el sol y murió el miércoles. En Reino Unido el termómetro llegó a 38,1 ºC en Cambridge  y los servicios de emergencia alertaron a la población de los peligros de refrescarse de forma brusca en lagos, ríos o el mar después de que los cuerpos de tres personas fueran sacados del agua el miércoles.

D.S.