Pese a la denuncia de corrupción, Rousseff mantiene su leve ventaja
La diferencia con Neves se acortó dos puntos tras la explosiva tapa de la revista Veja. Se sacaron chispas en el último debate. El tema Mercosur.
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AP
Redacción de Perfil.com
agencias Brasilia
Luego de un último debate televisivo de alto voltaje, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y el candidato opositor Aécio Neves cerraron ayer sus campañas para las elecciones de hoy. El último cruce entre ambos postulantes al Palacio de Planalto, emitido el viernes a última hora por la cadena Globo, estuvo marcado por la denuncia periodística que la revista Veja había hecho el jueves, acerca de que Rousseff y su antecesor, Lula da Silva, habrían estado al tanto de una trama de corrupción en la empresa estatal Petrobras.
“¿Sabía de la corrupción en Petrobras?”, fue la primera pregunta a su rival del líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Se refería al presunto desvío de 10 mil millones de reales de la petrolera, que en parte habría financiado la compra de votos en el Congreso entre 2004 y 2012. Veja publicó que el empresario Alberto Youssef, preso y señalado como pieza clave de la red corrupta, habría dicho esta semana ante la Justicia que Dilma y Lula “sabían todo”. Sin embargo, la popular revista no presentó ninguna prueba documental sobre la supuesta declaración del acusado.
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“La revista está tratando de dar un golpe electoral –respondió Rousseff en el debate–. El pueblo no es bobo. Sabe que esa información está siendo manipulada porque no se presentó ninguna prueba”. Pero Neves insistió: “Brasil merece una respuesta de aquellos que gobiernan el país. Hasta ahora, la única manifestación del PT fue por la censura”.
La exclusiva de Veja se conoció a 48 horas del ballottage, cuando Dilma superaba a Aécio en la intención de votos válidos (excluye blancos, nulos e indecisos) por 53% a 47%, según la anteúltima encuesta de Datafolha. Ayer, la consultora difundió un nuevo sondeo posterior a la denuncia periodística y al debate televisivo: 52% a 48% a favor de la mandataria, con dos puntos de margen de error. De acuerdo con Ibope, en cambio, la intención de Rousseff es 53% y la de Neves, 47%. A juzgar por las cifras, la bomba periodística redujo un poco la ventaja previa de la jefa de Estado, pero no bastó para revertir su leve favoritismo.
Ayer, durante su último acto de campaña, la actual presidenta eligió el tema de la política exterior para atacar por última vez a su rival antes de los comicios. En el acto celebrado en Porto Alegre, Rousseff dijo que para el socialdemócrata “no son importantes las relaciones de Brasil con la Argentina, el Mercosur y América Latina”. En su programa de gobierno, Neves propone flexibilizar el Mercosur para firmar acuerdos de libre comercio con la Unión Europea, retomar las relaciones con las potencias mundiales, y eliminar los conceptos de diplomacia Sur-Sur y aquello que el candidato califica de “política exterior ideológica”.
Por sus compromisos proselitistas en Porto Alegre, Rousseff no participó en la tradicional caminata que el PT realiza en cada cierre electoral en Sao Bernado do Campo, en San Pablo. Sin embargo, en representación suya estuvo Lula da Silva, verdadero álter ego de Dilma durante esta caliente e histórica campaña.
