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sealan a de vido y jaime

Petrolão: un caso de coimas que también alcanzó a la Argentina

Socios. De Vido y Lula, juntos en la época de Néstor Kirchner.
| Cedoc Perfil

Comenzó como una investigación sobre un esquema de sobornos en la estatal brasileña Petrobras, pero terminó siendo una pesquisa de envergadura regional, con ramificaciones en varios países de Latinoamérica –en los que operan varias de las compañías constructoras acusadas de haber pagado sobornos a cambio de contratos– y, en particular, en la Argentina. La Operación Lava Jato incluso tiene la lupa puesta sobre ex funcionarios argentinos de primera línea, como Julio de Vido y Ricardo Jaime.
El nombre del ex ministro de Planificación kirchnerista apareció por primera vez en la declaración del ex director del área internacional de Petrobras, el “arrepentido” Néstor Cerveró. Condenado a 17 años de prisión, el ex funcionario brasileño se acogió a los beneficios de la delación premiada y apuntó directamente a De Vido ante la Justicia de su país. Según su declaración, en 2006 De Vido habría presionado a nombre del gobierno de Néstor Kirchner para que Petrobras vendiera a las argentinas Enarsa (estatal) y Electroingeniería (del empresario Gerardo Ferreyra, afín al kirchnerismo) su participación en la empresa de transmisión de energía Transener, adquirida por Petrobras en 2002.
Cerveró dijo haber recibido 300 mil dólares en sobornos para que la transacción se realizara en favor de las dos empresas argentinas y no del fondo de inversión estadounidense Eton Park. También involucró en las presuntas negociaciones ilícitas al ex ministro de Planificación de Carlos Menem, Roberto Dromi, y aseguró que “en ese negocio, la mayor parte de las coimas quedó en la Argentina”, aunque no reveló a quiénes fueron pagados sobornos. De Vido negó públicamente las acusaciones y dijo no conocer a los lobbistas brasileños mencionados en la investigación.

Jaime. Los fiscales brasileños también hallaron una serie de planillas correspondientes a 2009 y 2010, que darían cuenta de un supuesto cobro de coimas por parte del ex secretario de Transportes, Ricardo Jaime, y de su asesor Manuel Vázquez, pagadas por la constructora Odebrecht, elegida para participar en las postergadas obras para el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento en Buenos Aires.
En los documentos se menciona la falta de un pago  por una suma de 80 mil dólares a través de la firma offshore Klienfeld Services, que según los fiscales brasileños era manejada por Fernando Migliaccio, ejecutivo de Odebrecht. Los investigadores de la Lava Jato creen que Klienfeld era una de las vías para el pago de coimas de Odebrecht –la mayor constructora de Latinoamérica– en el exterior.