Primer ministro de Irak quiere castigar al que filmó la ejecución
Según un diputado chiíta, Nuri Al Maliki, está decidio a encontrar al responsable. Ya
ordenó una investigación oficial para determinar la identidad del
autor de la cinta, al parecer grabada con un teléfono celular.
Bagdad (AFP) - El primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, está decidido a castigar al autor del vídeo pirata sobre la ejecución en la horca de Saddam Hussein, cuya divulgación en Internet ha enardecido las tensiones sectarias en Irak, anunciaron el miércoles fuentes concordantes.
Maliki, quien ordenó la apertura de una investigación oficial, "se toma muy en serio" el asunto y "quiere castigar al responsable, sea quien sea", declaró un diputado chiíta próximo al jefe de gobierno que pidió el anonimato.
El vídeo muestra paso a paso la ejecución del ex dictador iraquí, el sábado en un cuartel en Bagdad, unas imágenes que han aumentado las tensiones entre chiítas y sunnitas en el país y suscitado la condena de líderes extranjeros.
En la grabación, Saddam Hussein es ejecutado mientras varios de los testigos corean el nombre de su máximo enemigo chiíta, el líder radical Moqtada Sadr, lo que ha provocado que muchos vean su condena como una venganza sectaria en vez de un ajusticiamiento.
El primer ministro ordenó una investigación oficial para determinar la identidad del autor de la cinta, grabada al parecer con un teléfono móvil, y de los responsables de su difusión en Internet.
Una comisión compuesta de tres miembros se encargará de llevar a cabo las pesquisas "de forma confidencial", señaló el portavoz del ministerio del Interior, el general Abdel Karim Jalaf.
Según el fiscal general del Alto Tribunal Penal iraquí, Munqeth al Farun, presente en la ejecución, entre los asistentes sólo había dos personas con celulares.
"No quiero decir sus nombres", pero "eran altos responsables del gobierno", señaló el fiscal.
Sami al Askari, un diputado chiita presente en la sala donde se ahorcó a Saddam, negó haber filmado la cinta.
Otros responsables asistieron a la ejecución, incluido el consejero de Seguridad Nacional, Muaffaq al Rubaie, quien el miércoles no se encontraba localizable para comentar estas informaciones.
El hecho de que alguno de los presentes fuera partidario de Moqtada Sadr ha enfurecido a la comunidad sunita iraquí, dolida de por sí por la desaparición de su máximo líder, condenado por la muerte de 148 chiitas en los años 80.
La embajada estadounidense en Bagdad rehusó comentar las condiciones de la ejecución del ex dictador, quien estuvo bajo la custodia del ejército norteamericano desde su arresto en diciembre de 2003 hasta poco antes de su muerte.
Condenado a muerte el 5 de noviembre por crímenes contra la humanidad, el ex rais, derrocado por Estados Unidos poco después de la invasión de Irak el 20 de marzo de 2003, fue ejecutado por las autoridades iraquíes en una caserna de los servicios de inteligencia militares en Khadamiya, un barrio de mayoría chiíta en el norte de la capital.
De su ajusticiamiento, el gobierno iraquí permitió difundir un vídeo de unos 20 segundos y sin sonido sobre los instantes antes de la ejecución que fue divulgado el mismo sábado por la televisión pública Iraquia.
Pero un día después, el proceso completo, incluida su muerte, ya circulaba por Internet gracias a una grabación de mediocre calidad que alguien de los asistentes grabó.
