David Petraeus, comandante de las fuerzas norteamericanas en Irak, propuso hoy iniciar en
diciembre una retirada de los refuerzos enviados en enero a Irak, en una operación que
concluiría en julio, ante un Congreso dominado por los demócratas que exigen una rápida salida de
todas las tropas.
"
Creo que vamos a poder reducir nuestras fuerzas hasta el nivel que existía antes del
refuerzo (138.000 soldados) para los equipos de combate de aquí al próximo verano
(boreal), sin hacer peligrar los avances en la seguridad por los que tanto hemos luchado", aseguró
el militar en una audiencia ante el Congreso.
El general, convencido de que el aumento de tropas de enero "cumplió los objetivos
militares", aseguró que
la reducción se iniciaría gradualmente a partir de diciembre, cuando una primera brigada de
cerca de 4.000 hombres regresará a Estados Unidos sin ser sustituida, para culminar a
"mediados de julio".
A partir de esa fecha,
los soldados estadounidenses volverán a ser 138.000 como antes de que el
presidente George W. Bush lanzara una nueva estrategia en enero para tratar de poner fin a la
violencia en Irak, con el envío de 30.000 refuerzos suplementarios, pese las protestas de los
demócratas y de la opinión pública.
En la misma línea que la Casa Blanca, el general
advirtió al Congreso de las "consecuencias devastadoras" de una retirada precipitada de
Irak, como lo exigen varios dirigentes demócratas y precandidatos a las elecciones
presidenciales de 2008.
El discurso del general, a menudo interrumpido por activistas que fueron detenidos y
expulsados de la sala, no convenció a los demócratas:
"El envío de refuerzos militares a Irak quizás haya logrado éxitos tácticos, pero ha sido
un fracaso estratégicamente", aseguró
Tom Lantos, presidente del Comité de Asuntos Exteriores.
Tras su victoria en las elecciones legislativas de noviembre, los demócratas exigen el
regreso de las tropas, tras más de cuatro años desplegadas en Irak, donde
murieron más de 3.700 de soldados estadounidenses y decenas de miles de iraquíes.
La opinión pública se muestra cada día más contraria a la guerra. Según una encuesta
publicada este lunes por el
Times,
el 68% de los estadounidenses considera que ha sido un error, un nivel jamás
alcanzado.
Petraeus y el embajador estadounidense en Bagdad,
Ryan Crocker, iniciaron así ante el Congreso una serie de audiencias que durante
dos jornadas evaluarán el desempeño de la estrategia del gobierno de Bush de reforzar el
contingente militar en Irak con el envío de cerca de 30.000 soldados suplementarios.
El gobierno del presidente Bush inició la guerra en Irak hace más de cuatro años,
cuando lanzó sus tropas para derrocar al presidente Saddam Hussein, que fue ejecutado este año, al
que acusó de tener armas de destrucción masiva que jamás han sido encontradas.
Fuente:
AFP