INTERNACIONAL
perfil de los atacantes

Quiénes son los cuatro jóvenes que pusieron en jaque a Francia

Dijeron a la prensa que actuaron “sincronizados” entre sí. Recibieron entrenamiento militar en Yemen y París. Historias de radicalización.

Sospechosos. Investigan si los hermanos Kouachi y Coulibaly y su novia coordinaron sus acciones.
| AFP

Sus historias podrían haber sido similares a las de otros miles de hijos de inmigrantes en Europa: pertenecientes a minorías étnicas, marginados y discriminados, resentidos con los cánones morales de Occidente, fanatizados en sus creencias religiosas e incluso simpatizantes a distancia de grupos armados, pero ciudadanos inofensivos al fin. Sin embargo, Said, Chérif, Amedy y Hayat decidieron cruzar la línea hacia el más crudo terror. A tal punto que estos cuatro jóvenes, sobre cuyas trayectorias existen infinidad de versiones y datos aún sin confirmar, lograron desatar el pánico en París, cuna de la modernidad occidental.

Los hermanos Said y Chérif Kouachi y la pareja Amedy Coulibaly y Hayat Boumeddiene responden a un modelo muy singular de terrorista. No son “lobos solitarios” ya que sus acciones hablan de un alto grado de premeditación y de conocimientos avanzados en el manejo de armas. Pero, aunque se sospecha que al menos algunos de ellos estuvieron en contacto con grupos yihadistas, aún no está claro que hayan actuado por orden directa de alguna organización, pese a que AQPA reivindicó el ataque (ver aparte).

Los investigadores indagan hasta qué punto los Kouachi coordinaron sus acciones  con las de Coulibaly y su pareja. En un insólito contacto con la cadena televisiva BFM antes de ser abatido por la policía, Amedy aseguró que todos formaban parte de un mismo plan, aunque al cierre de esta edición las autoridades no habían confirmado oficialmente esa versión. Aun así, algunos datos sobre los cuatro sujetos permiten ir atando algunos cabos de la intrincada trama:

Chérif Kouachi. De 32 años y franco-argelino al igual que su hermano mayor, en 2008 había sido condenado a tres años de prisión por su participación en un programa de reclutamiento de jóvenes yihadistas con intenciones de viajar a Irak. Por aquel entonces, la radicalización religiosa de Chérif lo había llevado a sumarse junto a Said a la llamada célula de Buttes-Chaumont en París, que proporcionaba entrenamientos militares muy básicos a sus miembros. Se cree que Chérif y su hermano también frecuentaron a Djamal Beghal, una importante figura del islam radical francés, señalado como lugarteniente de Osama bin Laden. Ese podría ser un punto de contacto con la historia de Coulibaly, quien también conocía a Beghal.

Said Kouachi. No tenía antecedentes penales, pero en su trayectoria aparece un dato significativo: según la inteligencia estadounidense, Said (34 años) estuvo en 2011 en Yemen, donde habría recibido entrenamiento militar de la rama de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA). Ayer, precisamente, Chérif dijo a la cadena BFM que los dos habían recibido financiamiento de AQPA.

Amedy Coulibaly. Tenía 32 años y se reivindicó como miembro de Estado Islámico (EI), lo que resulta algo desconcertante si se tiene en cuenta que ese grupo y Al Qaeda no mantienen buenas relaciones. En 2013, fue acusado de intentar ayudar a escapar de prisión a Smaïn Aït-Belkacem, un antiguo miembro del Grupo Islamista Armado (GIA) argelino. Ayer, Coulibaly dijo haber estado “sincronizado” con los Kouachi, y aseguró que “Charlie Hebdo era de ellos y los policías, míos”.

Hayat Boumeddiene. De 26 años, es la figura más misteriosa en la trama. Es la pareja de Coulibaly y habría estado presente cuando éste ultimó a una mujer policía el jueves. Ayer corrió la versión de que la joven habría logrado escapar del supermercado kosher asaltado, aunque el dato no fue corroborado por las autoridades. También estuvo implicada en el caso Aït-Belkacem.