Los especialistas que forman el equipo para rescatar a Julen, el nene de dos años que cayó en un pozo de más de 100 metros de profundidad en Totalán (Málaga) hace once días, afrontan el que suponen es el último tramo del operativo: unir la galería que cavaron a la que se encuentra el menor.
El exdirector de la Brigada de Intervención Minera de Asturias, Santiago Suárez,detalló que para el rescate "falta otro punto crítico que es cómo comunicar la galería con el punto donde se encuentra" el niño.
En declaraciones radiales, Suárez explicó que deben tener "mucho cuidado" en ese momento "crítico". Sin embargo, remarcó que tienen un factor a su favor, el hecho que el terreno en el que trabajan los mineros es duro, lo que reduce las chances de que se produzcan derrumbamientos, si bien, eso dificulta el avance hasta el pozo.
Pese a que pasaron once días desde que el pequeño cayó al pozo, los mineros expresan optimismo "y mucho ánimo" para hallarlo. Los efectivos de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa tienen que cavar manualmente unos cuatro metros en horizontal pero con una inclinación, a 72 de profundidad, para llegar hasta el pozo donde se encuentra el niño.
Según se informó, cavarán la galería horizontal desde la ventana abierta en uno de los tubos con palas y martillos neumáticos de aire comprimido equipados con mascarillas, detectores de oxígeno y estarán en contacto con el operativo vía telefónica.
B.D.N./FeL