INTERNACIONAL
EL 1º DE ENERO

Rousseff asume otro mandato con desafíos y sin margen de error

Intentará reactivar la economía y controlar la inflación. Afrontará el escándalo de Petrobras. Impulsará un acuerdo entre el Mercosur y la UE.

Escandalo. El Petrolão golpeó en el corazón del poderío brasileño y jaqueó al gobierno. El juez puso tras las rejas a directivos de la petrolera y ahora amenaza a políticos oficialistas.
| Cedoc Perfil

En su peor momento desde que llegó al Palacio del Planalto, Dilma Rousseff asumirá su segundo mandato el jueves 1º de enero, con múltiples retos en su horizonte político. No podrá disfrutar de la clásica luna de miel de los primeros cien días, período en el que tendrá que recuperar la confianza de los mercados y controlar la inflación –que llegó este año al 6,5% anual–. Además, deberá superar la crisis política del Petrolao, firmar un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) y lograr que los militares acusados por la Comisión de la Verdad sean juzgados por sus crímenes.

Economía. Es el problema que más desvela a la presidenta. Según el gobierno, la economía de Brasil crecerá este año sólo un 0,9%, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que esa cifra sea del 0,3%. Tras obtener la reelección por un estrecho margen, Rousseff envió múltiples señales para reactivar la economía. La mandataria designó a Joaquim Levy, un Chicago Boy, al frente del Ministerio de Hacienda. El ex director de Bradesco Asset Management propuso un ajuste fiscal para sacar al país de la recesión. “El objetivo inmediato es alcanzar el superávit primario y el descenso de la deuda pública”, se abrazó a la ortodoxia económica.

Petrolão. El tsunami político y judicial desatado por el esquema de sobornos que involucra a directivos de Petrobras, políticos y contratistas del Estado es una bomba de tiempo para Dilma. La presidenta de la petrolera, Graça Foster –designada por Rousseff–, fue duramente criticada por conocer desde 2009 la trama de corrupción y no hacer nada al respecto. El juez Sergio Moro, por su parte, ya encarceló a Paulo Roberto Costa, ex director de la petrolera estatal; al cambista Alberto Yousseff, quien habría sido clave en el desvío de dinero y el pago de sobornos; y a una decena de empresarios de la construcción. Ahora, amenaza con incriminar a los políticos que recibieron coimas, cuya lista aún no fue develada por las autoridades. Si alguno de ellos integrase la coalición de gobierno, Rousseff no podría mirar para otro lado.

Unidad. Según Folha de São Paulo, la disciplina partidaria en la bancada oficialista en el Congreso tocó este año el punto más bajo desde 1989. Los diputados que integran la coalición respaldaron sólo el 66% de los proyectos propuestos por el Planalto, votando en contra el 34% de las veces. Así, Rousseff tuvo menos apoyo legislativo que sus antecesores José Sarney, Fernando Collor de Mello, Itamar Franco, Fernando Henrique Cardoso y el propio Lula, que gozó en 2008 del 92% de adhesiones en el Parlamento. Criticada por la falta de diálogo y por centralizar las decisiones, Dilma hará equilibrios para contentar a una coalición amplia y heterógenea de nueve partidos, que la presiona por izquierda y derecha.

Política exterior. El principal reto para el segundo mandato de Dilma será la firma del TLC con la Unión Europea, postergado desde 1995. Los empresarios y la oposición culpan a la Argentina por empantanar las negociaciones con Bruselas. La presidenta tendrá que confirmar el liderazgo regional de su país y, al mismo tiempo, mantener la “paciencia estratégica” con la Casa Rosada. Pese a los acuciantes problemas que la acechan, la mandataria apuesta por reencauzar la economía, eludir el Petrolão y confirmar a Brasil como uno de los principales mercados emergentes en los próximos cuatro años.

Boudou irá por CFK a la asunción
Más de una veintena de jefes de Estado y vicepresidentes confirmaron su presencia a la ceremonia de investidura de la presidenta reelecta de Brasil, Dilma Rousseff, que se celebrará el próximo 1º de enero. Entre ellos, se destaca la presencia del vicepresidente Amado Boudou, que reemplazará a Cristina Fernández de Kirchner, en reposo por una fractura de tobillo. El dirigente,  que fue procesado en dos causas judiciales e irá a juicio oral, será la maxima autoridad argentina en la toma de mando del principal aliado político y comercial de la Casa Rosada. Según informó ayer O Globo, asistirán a la cita los presidentes de Uruguay, José Mujica –acompañado por su sucesor, Tabaré Vázquez–; de Chile, Michelle Bachelet; de Venezuela, Nicolás Maduro; y el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden. Serán 27 las autoridades extranjeras que acudirán a Brasilia.