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admitio que es investigado

Rusiagate: el líder republicano atacó al fiscal adjunto

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Fuego amigo. Rosenstein fue cuestionado por su propio jefe. | AFP
El presidente estadounidense, Donald Trump, admitió ayer por primera vez que es investigado por la Justicia por el Rusiagate, al tiempo que embistió contra el fiscal general adjunto, que lidera la pesquisa. “Estoy siendo investigado por despedir al director del FBI, por el hombre que me dijo que debía despedir al director del FBI. ¡Cacería de brujas!”, escribió Trump en su cuenta de la red social Twitter, en un mensaje tan sorprendente como ambiguo.
El mandatario apuntó contra Rod Rosenstein, quien nombró recientemente a un fiscal especial independiente, Robert Mueller, para investigar si durante las elecciones hubo colusión entre el postulante republicano y el Kremlin, con el objetivo de interferir en los comicios y perjudicar a Hillary Clinton.
Con su particular estilo, Trump afirmó que “después de siete meses de investigaciones y audiencias en el Congreso sobre mi ‘colusión con los rusos’, nadie ha sido capaz de mostrar una prueba”.
El mensaje y su significado político es un nuevo capítulo del Rusiagate, que amenaza a la Casa Blanca con culminar en un impeachment de inciertas consecuencias. La investigación fue conducida hasta mayo por James Comey, entonces director del FBI, quien fue destituido de su cargo por el presidente. Ahora está en manos de Mueller, quien estaría escrutando las medidas tomadas por el jefe de Estado.
La polémica llevó al fiscal general, Jeff Sessions, a recusarse de participar de esa investigación y provocó la renuncia del consejero de seguridad nacional, el general Michael Flynn. Después de su despido, Comey arrojó más combustible a la hoguera al asegurar que Trump lo presionó a “dejar tranquilo” a Flynn, en un gesto que puede ser interpretado como obstrucción de justicia, un delito grave en la legislación estadounidense.
Trump, que había nombrado a Rosenstein el 31 de enero, lo acusó ayer de ponerse al frente de la supuesta “cacería de brujas”.
Por su parte, la senadora demócrata Dianne Feinstein expresó su “creciente preocupación que el presidente despida no sólo al fiscal especial Mueller, sino también al fiscal general adjunto”. En tanto, la legisladora Nancy Pelosi opinó que Trump “precisa que alguien le dé buenos consejos jurídicos, porque es evidente que está coqueteando con obstrucción de justicia”.