Las manifestaciones que sacuden al gobierno boliviano de Evo Morales se recrudecieron hoy y
obligaron al primer mandatario a suspender las
reuniones previstas con Hugo
Chávez y Cristina Fernández que, tal como se había anunciado, planeaban compartir viaje para
manifestarle su apoyo al mandatario boliviano a días del referendo revocatorio.
La protesta, que se trasladó a Tarija, en el sur de Bolivia, encontró a los manifestantes
protestando en las cercanías del aeropuerto
Oriel Lea Plaza, donde quemaron neumáticos e intentaron - sin éxito - tomar las
instalaciones por la fuerza.
En el lugar, fuerzas de seguridad bolivianas lograron contenerlos con gases lacrimógenos. La
"dispersión" generada por la policía local dejó como saldo dos heridos por disparos de balines.
Hace meses que Morales encuentra serias dificultades para trasladarse dentro del país. En los
lugares donde planea arribar, los manifestantes suelen orquestar violentas protestas que impiden el
desarrollo normal de los actos.
A días del referendo en el que Morales juega su puesto, Reynaldo Bayard, líder civil de
Tarija, la región más rica en gas, admitió su rechazo al presidente boliviano, pero también a la
presencia mandatarios que
"han venido a hacer campaña proselitista" para el referendo, en clara referencia a
la suspendida visita de Fernández de Kirchner y Chávez.