Si las encuestas no se equivocan en los pronósticos, como sucedió en Argentina, la oposición vencerá hoy al chavismo. En ese caso, cambiaría radicalmente el mapa político de Venezuela. Si bien Nicolás Maduro seguirá siendo presidente, tendrá serias limitaciones para ejercer el poder y poco margen de gobernabilidad. Según la mayoría que obtenga, la oposición podría amnistiar a Leopoldo López, destituir jueces y ministros, e impulsar leyes económicas para reasignar partidas del Presupuesto. Tras los comicios, se abren tres posibles escenarios:
1 La oposición obtiene mayoría simple: si gana por un margen estrecho, la Mesa de Unidad Democrática (MUD) tendría la mitad más uno de las bancas de la Asamblea Nacional, alzándose con 84 de los 167 diputados. Entre otras cosas, podría designar las autoridades de la Cámara, nombrar magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), autorizar el enjuiciamiento del primer mandatario, y proponer un voto de censura al vicepresidente ejecutivo y yerno de Hugo Chávez, Jorge Arreaza, y al resto de los ministros. Carlos Vecchio, número dos del partido de López, adelantó a PERFIL que también aprobarán “una amnistía a los presos políticos”.
2 Mayoría de tres quintos: El segundo escenario es que la MUD logre los tres quintos de los escaños, es decir, una mayoría calificada de cien diputados. En ese caso, podrían remover al vicepresidente ejecutivo y a los ministros sometidos a un voto de censura, designar y echar a los integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE), y nombrar un nuevo fiscal general y defensor del pueblo.
3 Mayoría de dos tercios: Con 111 diputados, la oposición tendría tanto o más poder que el propio Maduro. Podría someter a referendo proyectos de ley y tratados internacionales, remover a jueces del TSJ y elegir a los titulares de los órganos del Poder Ciudadano. Además, podría convocar a una Asamblea Nacional Constituyente “con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución”. Según estipula la Carta Magna, Maduro no podrá objetar el proceso.
Una victoria también impulsaría al antichavismo a juntar firmas para pedir un referendo revocatorio del presidente. Podría hacer eso a partir de abril de 2016, cuando llegue a la mitad de su mandato. Para Maduro, las elecciones son una cuestión de vida o muerte.
