INTERNACIONAL
coletazos de la crisis

Sin Dilma y con Lula en problemas, el PT va camino a un bochorno en las urnas

Según los sondeos, sólo vencería en dos de las 26 capitales estaduales en las elecciones municipales del 2 de octubre. La izquierda brasileña ya piensa en la “era poslulismo”.

0917_lula_intendente_ap_afp_g
A remar. El ex presidente se mostró junto al intendente de la ciudad de San Pablo, Fernando Haddad, quien es candidato a la reelección. Pero su intención de voto no supera el 9%. | ap/ afp/ fotospublicas.com
Brasilia

Luego de la destitución de Dilma Rousseff y la acusación judicial contra Luiz Inácio Lula da Silva por presuntos actos de corrupción, el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil se prepara para asimilar un nuevo golpe a su ego político: las encuestas pronostican que los candidatos petistas sólo vencerían en dos de las 25 capitales estaduales que celebrarán elecciones municipales el próximo 2 de octubre. Los sondeos coinciden en que el PT tiene escasas chances de triunfo en las ciudades más pobladas del país: San Pablo, Río de Janeiro, Salvador de Bahía y Belo Horizonte.

El panorama podría empeorar aún más la próxima semana, cuando se descuenta que el famoso juez federal Sérgio Moro procesará a Lula, luego de que el coordinador de los fiscales de la llamada operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, acusara esta semana al ex presidente de haber sido el “comandante máximo del esquema de corrupción en Petrobras”. El Ministerio Público Federal asegura tener pruebas de que Lula habría recibido dádivas por más de un millón de dólares de parte de la constructora OAS, una de las grandes empresas involucradas en el escándalo del petrolão.
Según la acusación, OAS habría pagado y refaccionado un tríplex en el balneario paulista de Guarujá cuya propiedad se les adjudica a Lula y su esposa. El ex mandatario niega las acusaciones y afirma que el departamento no le pertenecía en aquel momento ni tampoco ahora. El PT atribuye la presión de los fiscales contra Lula a una “cacería judicial” para evitar que sea candidato en las elecciones de 2018.

Sea como sea, tanto el proceso de impeachment contra Rousseff como las acusaciones contra su antecesor, en un contexto de recesión económica prolongada, han hecho mella en las expectativas electorales del PT. Dentro de dos semanas, los comicios municipales serán el primer test para medir los alcances de la crisis del partido. Por ahora, los sondeos no son alentadores. Encuestadoras como Datafolha e Ibope coinciden en que, pese a que el PT competirá en 19 de las 26 capitales, sólo lidera la intención de voto en Porto Velho (Rondonia) y Rio Branco (Acre), dos ciudades con escaso peso político.

Los candidatos petistas marchan segundos en Porto Alegre y Recife. En el resto de las ciudades, no llegan al 10% en las encuestas. La derrota más estrepitosa podría acontecer en la alcaldía de San Pablo, donde el intendente Fernando Haddad, una de las apuestas renovadoras del PT, no entraría al ballottage.
En ese marco, la izquierda brasileña ya debate la era poslulismo. Movimientos sociales como el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) ya habían comenzado a hacerlo incluso antes de la caída de Rousseff. Ahora se suma la intelectualidad afín al PT. “Superar al lulismo para una nueva alternativa”, “El PT y el precio del pragmatismo” y “Lula: los límites de la historia”, fueron algunos de los análisis que publicó esta semana el sitio Carta Capital, habitual transmisor de las ideas de sectores durante años cobijados por el petismo. Hoy, el cantar es otro.


‘Duelo’ en Nueva York

Luego de atacar a los fiscales que lo acusaron de comandar el Petrolão, realizará una denuncia ante la ONU, en Nueva York, el mismo día en el que hablará Michel Temer. Los abogados del ex presidente viajarán para presentar un “memorial” sobre lo que consideran una denuncia “sin pruebas” en la causa por el Petrolão”. Ese “memorial” redactado por los letrados de Lula será presentado el martes, coincidiendo con la presencia de Temer, que será el primer orador de la 71ª Asamblea Anual de la ONU, dado que es una tradición que los mandatarios brasileños abran las deliberaciones. Con ese viaje de los abogados, el ex presidente Lula busca afectar la imagen internacional del nuevo mandatario, que anunció que en Estados Unidos buscará inversiones extranjeras.