El investigador italiano Emanuele Ottolenghi, experto en terrorismo y lavado de dinero de la Fundación para la Defensa de las Democracias, un think tank con sede en Washington, cree que “siempre hay un elemento personal en el proceso de radicalización” que anteceden a atentados como los de Barcelona y Cambrils. —¿Cómo operan los agentes de radicalización, cara a cara u online? —En la mayoría de los casos hay alguien carismático que transmite una ideología que inicia el proceso de radicalización. Hay casos de radicalización online, pero en mi experiencia casi siempre hay un elemento personal. El personaje carismático ayuda a convencer a estos individuos y les da una motivación ideológica. —¿Cómo se combate al terrorismo sin restringir las libertades civiles? —Los ataques terroristas representan una limitación de nuestras libertades. Nosotros la aceptamos porque es mejor ser monitoreados por cámaras o pasar controles de seguridad en aeropuertos, que explotar en un avión. La pregunta es cómo se puede encontrar un equilibrio entre las libertades y las medidas de seguridad necesarias para reducir el riesgo de estos tipos de ataque. Sin limitaciones no estamos más seguros. Sin seguridad las libertades no tienen ningún significado. Hay que decidir cuántas de nuestras libertades estamos listos a renunciar para golpear al terrorismo. —¿Cuáles son las diferencias y similitudes entre los atentados a la Embajada de Israel y AMIA, y lo que sucedió en Barcelona y Cambrils? —La diferencia es la matriz ideológica detrás de los atentados. El método violento es similar, tienen en común el rechazo total a los valores democráticos. En el caso de Barcelona y Cambrils, hubo una motivación ideológica yihadista de matriz sunnita, con vínculos con Estado Islámico. En la AMIA, se trata de una matriz ideológica islámica con operadores que eran chiítas. Fueron los iraníes quienes perfeccionaron el método de terrorismo transformándolo en un arma tan letal. Irán tiene claramente una razón de Estado influenciada por una visión ideológica del mundo que es la Revolución Islámica. Sus intereses son exportar la revolución. Si el terrorismo ayuda a ese objetivo lo utilizan. —¿Qué puede hacer Argentina para evitar otro ataque terrorista? —Hay que monitorear los flujos financieros. Ampliar las medidas de transparencia de todas las operaciones bancarias, ya que el dinero que se blanquea en la Triple Frontera ingresa en algún momento a los bancos. Hay que invertir en combatir el tráfico de drogas y contrabando. El terrorismo se financia de eso. El reporte anual del Instituto de Basilea sobre Gobernanza ubicó a Argentina como el cuarto país de riesgo en Latinoamérica.
