La Policía Civil de San Pablo, Brasil, retomó hoy las investigaciones en busca de pistas sobre el
asesinato del diputado del Partido Trabalhista Brasileño (PTB) y ex coronel,
Uribatan Guimarães, de 63 años, quien fue encontrado
asesinado de un disparo el último fin de semana.
La principal sospecha radica en que
se trataría de un crimen pasional por lo que deberán ser
investigadas las últimas relaciones amorosas de la víctima, informa el diario brasileño
Folha.
El comandante de la operación conocida como masacre de Carandiru, donde murieron 111 presos
en 1992,
murió de un disparo en el abdomen, en su departamento del
barrio Jardins, en la zona oeste de San Pablo.
Tras ser acusado por ese episodio, el 15 de febrero de este año fue absuelto por el Órgano
Especial del Tribunal de Justicia, alegando que hubo errores en la votación de los jurados del
proceso en su contra.
Aunque el cuerpo de la víctima fue encontrado en la noche del domingo, la policía sospecha
que el crimen ocurrió en la noche del sábado.
El coronel estaba caído en la sala, con una toalla enroscada en la
cintura.
Según los datos aportados por la policía, el disparo fue efectuado a más de un metro de
distancia. El posible que Ubiratan estuviera sentado y fuera ejecutado cuando se intentó levantar.
La pareja del coronel, la abogada
Carla Cebollina, fue la última persona que vio con vida a
la víctima.
La mujer, según consigna
Folha, negó tener algún tipo de participación en el crimen
aunque dijo a los policías haber
discutido con su pareja el sábado. El motivo tendría
relación con la presencia de otra mujer.