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definiran si va a juicio

Temer enfrentará en agosto su ‘Día D’ con un voto de Diputados

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Maniobras. Desplazó de la Comisión de Justicia a los críticos. | AFP
La crisis política que atenaza a Brasil se prolongará al menos hasta el 2 de agosto, cuando el pleno de la Cámara de Diputados se reunirá para decidir si el presidente Michel Temer será enjuiciado penalmente por presunta corrupción. Ese será el nuevo “Día D” del jefe de Estado, tras obtener este jueves una momentánea victoria política en la Comisión de Constitución y Justicia, que recomendó no aceptar el pedido del fiscal general, Rodrigo Janot.
El 2 de agosto concluirá el receso parlamentario que comenzará el próximo martes y el pleno de la Cámara baja decidirá si autoriza a la Corte Suprema a instaurar el juicio pedido por el Ministerio Público. En caso de ser afirmativa, esa decisión implicaría la suspensión de Temer del poder por 180 días y podría culminar con su destitución.
Ese paso fue precedido por una muestra de poder de la base aliada de Temer, que forzó a reemplazar a una veintena de diputados críticos por otros más “permeables” a su absolución, precipitando así un rechazo a las acusaciones por 41 votos contra 24. El primer mandatario celebró ese resultado como una “victoria de quienes creen en la democracia”, pero la oposición cuestionó las “maniobras” del Gobierno. La táctica del Palacio del Planalto se basó en la adjudicación de 1.800 millones de reales (562 millones de dólares) en “enmiendas parlamentarias” que beneficiarían a los legisladores leales.

Incertidumbre. El paréntesis que se abre hasta agosto es un arma de doble filo para Temer, porque si bien puede darle tiempo para recomponer las filas oficialistas y alinear a los díscolos, también puede propiciar que la Fiscalía presente otros cargos en su contra y que los brasileños salgan a las calles a protestar contra el gobierno y el Congreso. Otro de los temores del oficialismo es que se concrete la delación premiada de Eduardo Cunha, el ex presidente de la Cámara que está preso y podría acusar a su jefe político.
Para que el pleno de los diputados autorice el juicio contra el presidente se necesita una mayoría de dos tercios, que suponen 342 votos.