El expresidente de México Enrique Peña Nieto fue acusado este martes de haber recibido una coima de U$S 100 millones de parte del jefe narco Joaquín Guzmán Loera, más conocido como El Chapo.
La declaración Alex Cifuentes Villa en el marco del juicio contra Guszmán que se lleva adelante en Nueva York. Cifuentes, jefe del narcotráfico colombiano, trabajó muy cerca del Chapo entre 2007 y 2013 cuando vivieron escondidos en las mosntañas de Sierra Madre en México
"¿El señor Guzmán pagó un soborno de 100 millones de dólares al presidente Peña Nieto?", le preguntó el abogado de Guzmán, Jeff Lichtman, en el interrogatorio, a lo que Cifuentes respondió "Sí". El intercambio fue narrado por Alan Feuer, periodista del diario The New York Times que asiste al juicio. Según detalló el testigo, el soborno fue entregado a Peña Nieto a través de un intermediario.
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Otros testigos del juicio contra Guzmán, que se lleva adelante en los Tribunales Federales de Brooklyn, ya habían revelado el pago de sobornos de parte de narcotraficantes a la Policía e incluso funcionarios mexicanos, pero las revelaciones acerca del pago a Peña Nieto fueron las más resonantes hasta el momento. De confirmarse, sería una prueba de que la corrupción narco llegó a las más altas jerarquías del establishment mexicano.
Desde el inicio del juicio en noviembre, hubo testimonios que insinuaron que los principales líderes mexicanos podrían estar involucrado en el entramado del narcotráfico.
En su declaración de apertura, Lichtman afirmó que su cliente había sido incriminado por una conspiración integrada por su socio, Ismael Zambada García, en sociedad con agentes estadounidenses y el gobierno mexicano al cual calificó de "completamente corrupto", y habló particularmente de dos presidentes.
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En ese momento, Peña Nieto emitió una declaración en la que sostenía que los dichos del abogado de Guzmán eran falsos. Incluso el juez del caso, Brian M. Cogan, le advirtió a Lichtman que no hiciera afirmaciones que no estuvieran respaldadas en evidencia.
Luego, cuando terminó la primera semana del juicio, los abogados de Guzmán informaron al juez Cogan que un testigo, Jesús Zambada García, hermano de Ismael Zambada, estaba dispuesto a declarar que dos presidentes mexicanos habían recibido sobornos del cártel Sinaloa. Sin embargo, el juez prohibió el testimonio, alegando la vergüenza que causaría a "individuos y entidades" ser nombrados en el marco de una causa que no los involucra.
Hasta el lunes, el funcionario mexicano más prominente acusado de haber aceptado sobornos fue Genaro García Luna, el ex director de Seguridad Pública de México. Cuando Jesús Zambada declaró en noviembre, le dijo a los jurados que se había reunido dos veces con García Luna en un restaurante y en ambas ocasiones le entregó un maletín con al menos tres millones de dólares en efectivo.
M.S./F.F.
