dpa/ap/afp
Desde El Cairo
Un nuevo trágico balance dejaron ayer las manifestaciones contra los militares en Egipto que derrocaron al presidente Mohamed Morsi en julio de 2013, a raíz de la muerte de al menos cuatro personas, entre ellas una joven periodista. En otra jornada marcada por las marchas y las caravanas convocadas por los Hermanos Musulmanes, que se oponen a la candidatura del hombre fuerte del Ejército, Abdel Fattah Al Sisi, la violencia se volvió a apoderar de las calles.
La periodista perdió la vida al ser alcanzada por disparos durante una de las marchas en apoyo a Morsi. Su muerte tuvo lugar en el barrio Ein Shams, en el norte de El Cairo, donde la joven cubría la manifestación para el periódico en el que trabajaba, según informó la policía. Las informaciones diferían sobre quién había asesinado a la cronista.
El sitio de internet Veto sostenía que Mayada Achraf, empleada del diario Adoustour, había sido baleada por los islamistas. En tanto, la cadena árabe Al Jazeera comunicó una versión totalmente diferente, en la que los victimarios habrían sido integrantes de las fuerzas de seguridad.
Además, otras tres personas perdieron la vida en la capital de Egipto y al menos diez resultaron heridas, anunció el general Ousama Al Saghir, jefe de la seguridad urbana de El Cairo. Entre las víctimas mortales había una integrante de la minoría copta, Merry Sameh. Según testigos, “la mujer copta, que vivía en un barrio donde hubo enfrentamientos, quería trasladar su auto para evitar que fuera dañado, pero cuando salió a la calle fue alcanzada por un disparo que impactó en su cuello”.
La convocatoria a las manifestaciones hecha por simpatizantes de los Hermanos Musulmanes generó un despliegue de vehículos blindados del Ejército en distintas plazas del país, así como un amplio dispositivo de seguridad frente a las embajadas de los Estados Unidos y del Reino Unido, rodeadas de policías y militares. Durante el operativo, las autoridades arrestaron a 38 militantes islamistas.
Partidarios del general Al Sisi expresaron, por su parte, su respaldo a las actuales autoridades. En su primera entrevista tras el anuncio de su candidatura, Al Sisi dijo que tenía una carga sobre sus hombros.