INTERNACIONAL
favoritas para la secretaria general

Tres durísimas rivales esperan a Malcorra en la carrera por la ONU

La canciller argentina competirá con tres ‘peso pesado’ de la diplomacia global. La rotación regional no sería un gran obstáculo, pero deberá luchar contra un veto británico.

PUJA. Clark (N. Zelanda)
| Cedoc

Será una carrera durísima contra rivales de alto perfil. Al oficializar ayer su candidatura para la Secretaría General de la ONU, Susana Malcorra admitió que “hay una gran distancia” que recorrer entre la postulación y la designación. La canciller argentina es consciente de que, en los próximos meses, competirá contra tres mujeres –entre otros candidatos– que, al igual que ella, tienen sobrados pergaminos para aspirar al cargo.

La elección es prerrogativa del Consejo de Seguridad, donde el veto de cualquiera de los miembros permanentes (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China) resulta suficiente para voltear una candidatura. Se prevé que la decisión no se demore más allá de octubre.

“Si se evalúan los informes de grupos especiales en el marco de la ONU, las propuestas de varias ONG, los documentos oficiales de muchos países y los pronunciamientos de reconocidas figuras, se observa un relativo consenso alrededor de que la próxima persona al frente de la ONU debe ser una mujer”, señaló a PERFIL el profesor Juan Gabriel Tokatlian, director del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella. Es por eso que, en esta ocasión, las candidaturas femeninas correrán con una importante ventaja.

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Una de las que podrían posicionarse rápidamente como front runners entre la docena de candidatos que oficializaron o pretenden oficializar sus aspiraciones es la búlgara Irina Bokova, actual directora general de la Unesco. Bokova tiene el plus de pertenecer a Europa del Este: según la costumbre no escrita de rotación que suele regir el proceso de elección, esta vez el cargo le correspondería a esa región.

Sin embargo, el criterio no es excluyente. El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, ha dicho que, aunque su país prefiere la rotación, no vetaría a un candidato por su procedencia. Según la revista Foreign Policy, aunque Bokova aparece como la candidata natural de Moscú, su “suavidad” frente a la anexión rusa de Crimea podría valerle el rechazo de los miembros occidentales del Consejo de Seguridad.

Otra firme competidora es la ex primera ministra neozelandesa, Helen Clark, actual administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Clark emergió como una de las favoritas luego de las rondas de presentación de candidatos celebradas en abril en la Asamblea General. En opinión de Tokatlian, “Clark podría ser la primera preferencia del Reino Unido, pero habrá que observar cuáles son las negociaciones globales y particulares que se darán de modo discreto antes de cualquier votación; hay que entender que la de Malcorra es una candidatura propuesta por la Argentina, y por lo tanto éste no es un tema de individuos o aptitudes personales”. La postura de Londres será decisiva para los anhelos de Malcorra, quien deberá desplegar sus artes diplomáticas para evitar que la cuestión Malvinas derive en un veto británico.

Aunque aún no formalizó su candidatura, otra “peso pesado” que pretende sumarse a la carrera es la mexicana Alicia Bárcena, actual secretaria ejecutiva de la Cepal. Bárcena es una vieja conocida de Malcorra: junto a la chilena Michelle Bachelet, ambas integraban en Nueva York el “triunvirato” femenino de funcionarias de alto perfil de la ONU que sonaban para suceder a Ban.

El mayor capital de Malcorra es haber sido jefa de Gabinete del actual secretario general, lo que le abrió todas las puertas de la diplomacia internacional. Bárcena no se queda atrás: fue jefa de Gabinete de Kofi Annan y subsecretaria general de Ban. “Sería inteligente que el gobierno argentino buscara intentara consensuar una candidatura única latinoamericana con México, ya que sería contraproducente que Malcorra y Bárcena jugaran al mismo tiempo”, comentó a PERFIL un destacado diplomático argentino habituado a los organismos internacionales. La carrera ya largó.