INTERNACIONAL
en la recta final

Trump busca quedar a un paso del Salón Oval tras el supermartes

El empresario encabeza los sondeos para las próximas primarias, que repartirán 367 delegados. El plan del establishment republicano para frustrar su nominación presidencial.

‘The donald’. El magnate llega como favorito y alardea de su poder de convocatoria y movilización. Un imán para los niños.
| AFP
El polémico Donald Trump está un paso más cerca de quedarse con la nominación republicana a la Casa Blanca, pero aún debe sortear el último supermartes, que puede coronar su triunfo o frenar su marcha arrolladora hacia la Convención Nacional Republicano del 18 de julio. Encabeza las primarias con 459 delegados, mientras que su inmediato escolta, Ted Cruz, cuenta con 360. Aún está lejos de los 1.237 convencionales que necesita para imponerse dentro del partido, pero aspira a quedarse con los 367 en juego del último supermartes.
Ante esa posibilidad, avalada por las encuestas, los jerarcas republicanos ya diseñan una estrategia para bloquear al empresario inmobiliario. Ese plan apuntaría no por superarlo en delegados, sino en fragmentar el voto entre varios candidatos, impidiendo que Trump llegue al número mágico para ser ungido como el candidato del partido al Salón Oval.
La madre de todas las batallas, que puede torcer el rumbo de las internas, se celebrará en Florida, Illinois, Missouri, Islas Marianas, Carolina del Norte y Ohio. En cinco de esas seis elecciones, el ganador se llevará todos los delegados, por lo que si el magnate se alza con varios triunfos, arañaría los 800 delegados y se despegaría de sus adversarios. Además, Florida es el estado natal de Marco Rubio y Ohio del gobernador John Kasich, los dos candidatos del establishment del Grand Old Party (GOP). Si son derrotados por Trump, podrían suspender sus campañas, dejando las internas en un cara a cara entre el polémico hombre de negocios y Cruz, el senador texano del Tea Party que entusiasma a los evangélicos del sur de los Estados Unidos.
“El objetivo del establishment republicano es tratar que Trump no llegue a los 1.237 delegados. Si esto pasa, tendrían una convención disputada, en la cual ninguno de los candidatos lograría una mayoría de delegados. Es por esta razón que muchos de los líderes del partido están hablando de Paul Ryan o Mitt Romney como posibles candidatos alternativos alrededor de los cuales los delegados puedan confluir”, explicó a PERFIL Gisela Sin, profesora de la Universidad de Illinois.  
En caso de no llegar al número mágico, los precandidatos se someterán a nuevas rondas de votaciones de la Convención, en la que la mayoría de los convencionales tendrán libertad de acción para cambiar de candidato, lo que podría facilitar acuerdos y alianzas que frustren la nominación de Trump.
Romney, candidato presidencial en 2012, es uno de los arquitectos de esa jugada. Propone que los afiliados al partido voten a Rubio en Florida y a Kasich en Ohio para subir la cantidad de sus delegados bloquear al controvertido Trump.
Karl Rove, el poderoso ex asesor de George W. Bush, escribió un artículo en The Wall Street Journal en el que sostuvo que el empresario perdería en noviembre frente a su contendiente demócrata, ya sea Hillary Clinton o Bernie Sanders. Ese texto apuntaló la estrategia de los jerarcas del partido para imponer un candidato más competitivo y más digerible para el votante de centro. Pero sobre todo, para frustrar a quien hoy parece invencible: Donald Trump, cuyo lema es “Hagamos a América grande otra vez”.