INTERNACIONAL
acusaciones cruzadas

Ucrania piensa que Putin quiere desatar otra Guerra Mundial

La tensión aumentó ayer cuando el ejército ruso hizo maniobras militares cerca de la frontera del país vecino. El Kremlin prometió vengar los “sangrientos crímenes” de Kiev. EE.UU. amenaza con sanciones.

Poder de fuego. Ucrania reprimió esta semana a los secesionistas de la ciudad de Slaviansk generando el repudio de Moscú. Las tropas rusas aguardan por órdenes de su gobierno a sólo un kilómetro del l
| AP

La tensión volvió a crecer ayer en Ucrania, cuando el primer ministro Arseni Yatseniuk denunció que Rusia quiere desatar una nueva guerra mundial, ocupando el país “militar y políticamente” y extendiendo el conflicto al resto de Europa. La declaración alarmista llegó en momentos en que las tropas rusas realizaban ejercicios militares a sólo un kilómetro de la frontera ucraniana, en una velada amenaza por la muerte de cinco militantes prorrusos en un enfrentamiento en Slaviansk, en el este del país. Como si eso fuera poco, trece observadores europeos fueron raptados ayer por los secesionistas rusófonos.

“Los intentos de conflicto militar en Ucrania llevarán a un conflicto militar en Europa. El mundo aún no ha olvidado la Segunda Guerra Mundial pero Rusia ya quiere iniciar la tercera”, alertó Yatseniuk en declaraciones televisivas. En Slaviansk, el bastión de la rebelión, los milicianos que quieren la anexión a Rusia capturaron a observadores de la OSCE, el organismo europeo de seguridad, y a cinco militares ucranianos. El líder rebelde de esa ciudad, Viaceslav Ponomariov, confirmó la detención de un ómnibus “con algunos civiles y militares a bordo”.

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En Moscú, el Kremlin echó más leña al fuego, cuando el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, acusó a Kiev de cometer “crímenes sangrientos” en el este de Ucrania, al asesinar a militantes rusófonos. “Ellos están librando una guerra contra su propio pueblo. Este es un sangriento crimen y los que empujaron al ejército para hacer esto pagarán por ello y se enfrentarán a la justicia”, dijo durante una reunión con diplomáticos.

En tanto, el ejército ruso realizó ayer nuevas maniobras en la frontera con Ucrania en respuesta a la operación militar lanzada por Kiev contra los separatistas prorrusos en el este del país. “Nos vemos obligados a reaccionar a esta evolución de la situación”, declaró el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu.

En las últimas horas, el conflicto en Ucrania se agudizó, luego que los rebeldes no acataran el acuerdo de Ginebra, que sostenía que debían dejar los edificios gubernamentales ocupados en el este del país. Tras esa negativa, Kiev lanzó el lunes una poderosa ofensiva militar en Slaviansk. “No vamos a retroceder ante la amenaza terrorista”, aseveró ayer, por su parte, el presidente interino de Ucrania, Olexandre Turchinov. “Exigimos que Rusia cese de interferir en los asuntos internos, que deje el chantaje y las amenazas y retire sus tropas de la frontera este de Ucrania”, agregó, al tiempo que acusó al presidente Vladimir Putin de “sostener abiertamente a los asesinos y terroristas” que operan en Ucrania.  

Ante el auge de los vientos de guerra, el presidente norteamericano Barack Obama anunció ayer que impondrá nuevas sanciones a Moscú, tras una videoconferencia con sus pares europeos François Hollande, Angela Merkel, David Cameron y Matteo Renzi.

En un artículo escrito en la revista conservadora The American Interest, Richard Haass, ex asesor de Colin Powell, sostuvo que la política exterior de la Casa Blanca tiene que demostrar capacidad de liderazgo a sus aliados. “La falta de atención de los Estados Unidos, junto con la disfunción política de Ucrania y la torpeza de la Unión Europea, sentó las bases para la expansión rusa en Crimea. Modelar el comportamiento ruso de ahora en adelante requerirá una diplomacia sostenida en el Atlántico, una mayor asignación de recursos económicos a Ucrania, la voluntad de exportar cantidades significativas de petróleo y gas natural, y un renovado compromiso con la preparación militar de la OTAN”, enunció el académico.

Con el objetivo de apaciguar a las dos partes, el papa Francisco recibirá hoy en el Vaticano al premier ucraniano. Jorge Bergoglio tiene ante sí la oportunidad de detener un sangriento conflicto que tiene en vilo a Europa y que atrae la atención de todo el mundo.