El ex obispo izquierdista Fernando Lugo, favorito de los sondeos, cerró su campaña el jueves con un acto ante una plaza principal de Asunción repleta en la que pidió "llegar unidos" a las elecciones del domingo y afirmó que "a los que le roban al pueblo le quedan tres días".
"El domingo es el día de Dios, y el día de la familia, así que lleguemos unidos. Porque el domingo vamos a ganar", dijo el ex obispo en un discurso que por momentos pareció una homilía. "La mala noticia es que en nuestro país, durante tanto tiempo, los ladrones, los que traicionaron al pueblo, siguen entre nosotros", afirmó. "Y la buena noticia es, que les quedan tres días", gritó ante una plaza llena de gente y banderas azules y blancas.
Un grupo de jóvenes con banderas azules siguió el acto parado en la caja de una vieja camioneta pick-up destartalada. "Son 60 años de hambre, inseguridad, tortura, pobreza", contó uno de ellos, Anibal Barreiro, estudiante de Derecho. "Lo que necesitamos es una persona que se guie por lo social, y no por sus intereses personales", dijo Barreiro a la AFP. "Una persona que fue cura, que tiene sensibilidad social, que sabe lo que es la pobreza, el hambre, y el amor a sus semejantes", concluyó.
El ex obispo -que adhiriera a la Teología de la Liberación y colgó la sotana a fines de 2006 para disputar la presidencia- figura primero en los últimos sondeos con 34% de las intenciones de voto, seguido del ex general Lino Oviedo (29%) y de Blanca Ovelar (28,5%), ex ministra de Educación del presidente Nicanor Duarte. Lugo dejó plantados a los otros tres candidatos la tarde del jueves en un debate televisivo, que dedicó sus primeros bloques a insultarlo y criticar su alegato de que no había "condiciones para participar". "Farsante", "cobarde", "estafador", "muy irresponsable", dijo el conductor del debate, Humberto Rubín, en referencia a Lugo, mientras la cámara hacía un primer plano de su silla vacía.
El jefe de campaña del ex obispo envió a último momento un comunicado anunciando que "lamentablemente en este momento no están dadas las condiciones políticas para participar en un debate de estas características" y que "los paraguayos merecen respeto, un respeto que ha sido sistemáticamente vulnerado en los últimos días". El gobernante Partido Colorado se arriesga el domingo a perder sus más de 60 años en el poder -gran parte de ellos bajo dictadura- en una campaña plagada de golpes bajos y acusaciones de corrupción.
