La riqueza de sus culturas precolombinas y lugares exóticos como los áridos paisajes de los Andes, la selva del Amazonas, la sabana del Gran Chaco o el impresionante lago Titicaca convierten a Bolivia en uno de los destinos más atractivos de América Latina. Que alberga además rincones poco conocidos como la región de La Chiquitanía, donde una serie de misiones jesuíticas atraen a curiosos pero también a amantes de la música.
Aunque las misiones fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad desde 1991, el turismo está poco desarrollado en el oriental departamento (provincia) de Santa Cruz, donde se encuentra esta región, limitando con la del pantanal de Brasil.