INTERNACIONAL

Un sacerdote uruguayo afirma haber sido salvado por el Papa durante la dictadura

“Yo pensaba si era consciente de lo que realmente se estaba jugando”, dijo el cura Gonzalo Mosca.

El Papa Francisco envió una carta a los familiares de Once
El Papa Francisco envió una carta a los familiares de Once | AFP

Otro sacerdote se sumó a los diversos representantes de la Iglesia en defender el paso del Papa Francisco durante la última dictadura militar, y relató cómo el pontífice argentino lo salvó de ser apresado por los grupos de tareas paraestatales. Según afirmó el párroco, oriundo de Uruguay, el entonces provincial jesuita Jorge Bergoglio lo acogió en un convento y logró sacarlo del país.

 

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El padre Gonzalo Mosca, uruguayo, señaló que el actual Papa demostró ser “valiente personal e institucionalmente" y que fue gracias a él que logró escapar tanto de la dictadura argentina como de la uruguaya.

 

Militante de izquierda del Grupo de Acción Unificadora (GAU), Mosca llegó a Argentina como una forma de exilio desde Uruguay. Como su hermano mayor era sacerdote jesuita, se puso en contacto con Bergoglio, quien le habría dicho: “Venite con tu hermano, que vamos a ver de qué forma lo puedo ayudar”. Según relata la agencia AFP, esa misma noche Bergoglio los llevó a un convento jesuita en la localidad de San Miguel.

 

“En 1977 la represión en Argentina fue terrible”, recordó Mosca. "Yo iba pensando si el padre era consciente de lo que realmente se estaba jugando”, confió. El sacerdote estuvovarios días en el convento, donde era presentado como una persona que estaba haciendo un retiro espiritual.

 

“De noche me visitaba en el cuarto y me llevaba novelas para que me distrajera, me llevó una radio portátil para que escuchara música. Yo llevaba como cuatro días sin dormir y él veía que yo estaba sumamente tenso. Todos vivíamos con mucha tensión", contó.

 

Luego de varios días, Mosca y su hermano volarían a la ciudad de Puerto Iguazú, en la frontera con Brasil y Paraguay, desde donde cruzarían a territorio brasilero. "Nos llevó al aeropuerto y me acompañó prácticamente hasta el avión para darme todo el respaldo y las garantías que podía con su investidura", relató.

 

El plan fue un éxito. El uruguayo logró cruzar a Brasil y llegar a Río de Janeiro, donde estuvo durante un largo tiempo en una casa jesuita. Más tarde, se exilió en Europa y perdió todo contacto con Bergoglio.

 

"Cuando lo eligieron Papa, hubo muchísimas acusaciones que se hicieron con respecto a él, la más benigna era como que él no había sido valiente como para enfrentar la dictadura", explicó el cura que quiso dar a conocer su historia.

 

"Era una figura tan humilde, tan discreta, que me parecía que no ocupaba el puesto que realmente ocupaba", confesó. Era "un tipo muy sereno y que me quería transmitir paz, y un tipo de un humor muy fino", recordó.

 

Al relato de Mosca se suma el de su par español, José Caravias,quien relató días atrás cómo el exarzobispo de Buenos Aires lo salvó de la Triple A en 1975. "Cuando el provincial, que era Bergoglio, me dijo ´Tengo noticias de que la Triple A decretó tu muerte y del padre Francisco Jalics´, consideré que no valía la pena hacerse el héroe", relató Caravias. "A mí ya me habían expulsado de Paraguay en 1972. Conocía la ferocidad de la dictadura. En cambio, Jalics se hizo el valiente y se quedó en Buenos Aires, y casi le cuesta la vida. No quiso irse y la pasó muy mal. Lo torturaron mucho", contó. "Bergoglio lo salvó. Se empeñó en averiguar dónde estaba. Si no lo reclamaba, lo mataban. También salvó al argentino Orlando Yorio [que murió en el año 2000]", recordó.