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"mi gobierno ser popular, no populista" advirti

Una ceremonia sobria, acorde con la apatía reinante

El presidente, de 61 años, prestó juramento ante el Congreso donde llegó acompañado por su esposa a bordo de un Rolls Royce. Su mandato hasta 2010 lo consiguió tras vencer en el ballottage al socialdemócrata Alckmin.

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Brasilia - El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, de 61 años, prestó hoy juramento ante el Congreso e inició su segundo mandato de gobierno hasta 2010, tras haber sido reelecto en segunda vuelta el pasado 29 de octubre.

Bajo una tenue llovizna, Lula llegó al Congreso junto a su esposa Marisa Leticia en un Rolls Royce descapotado desde donde ambos saludaron a miles de activistas de su izquierdista Partido de los Trabajadores, quienes lo vivaban desde las calles. Una vez adentro, el presidente prometió "cumplir y hacer cumplir la Constitución".

Para su segundo mandato, Lula optó por una asunción simple que contrastó con la de 2003 cuando dignatarios de todo el mundo llegaron a Brasil y cientos de miles de personas celebraron en las calles de todo el país la llegada al poder del primer presidente de origen obrero.

Es que el nuevo mandato aparece signado, por un lado, por la dificultad para cumplir sus promesas sociales, pocas de las cuales se vieron concretadas en estos años y, por el otro, la gran decepción ética que implicaron los sonoros casos de corrupción del gobierno petista.

El Palacio de Planalto, sede del gobierno, invitó a unas 1.800 personalidades oficiales, aunque entre ellos no se encuentra ningún gobernante. Los países extranjeros están representados en los festejos por sus embajadores en Brasilia.


Según indicó un asesor presidencial, la ceremonia fue  "sobria materialmente y fuerte políticamente”. Quizás eso es lo que pretenden comunicar los carteles colocados en toda Brasilia: "Segundo mandato, un nuevo inicio".

El presidente brasileño obtuvo su reelección de manera contundente, al vencer al socialdemócrata en segunda vuelta al socialdemócrata Geraldo Alckim, por 60,8 por ciento ( 58 millones de votos) contra 39,2 (37.4 millones de sufragios).