El 1 de abril se cumplieron 20 años del fallecimiento de don Juan de Borbón (conde de Barcelona), hijo del rey Alfonso XIII y padre del rey Juan Carlos, quien pasó cuatro décadas como pretendiente del trono frente a la resistencia del general Franco.
Durante todo el tiempo, el entonces jefe de la Casa de Borbón lideró el movimiento monárquico y alimentó la leyenda de una existencia dinástica sin comodidades financieras. Sin embargo, al morir a los 80 años legó a su hijo unos 375 millones de pesetas (2,25 millones de euros). Herencia mantenida en secreto hasta ahora.
El conde legó a sus hijos casi 1.100 millones de pesetas (7 millones de euros actuales) en inmuebles y cuentas bancarias en Lausanna y Ginebra. Las hermanas del rey, las infantas Margarita y Pilar, recibieron 172 y 131 millones de pesetas, respectivamente.
"Son datos inéditos e históricos, máxime dado el secretismo que siempre ha rodeado los patrimonios y últimas voluntades de los miembros de la familia real", escribía la autora de la investigación del diario. "En contra de lo escrito hasta ahora, el padre del rey no dejó una modesta herencia", agregaba.
Políticos opositores de los partidos Izquierda Plural, Unión Progreso y Democracia (UPyD), y el PSOE, anunciaron que harán preguntas al Gobierno de Mariano Rajoy para que explique cómo es posible que se haya mantenido en secreto esta parte del patrimonio privado del monarca que, de hecho, nunca informó cuál era el monto real de su fortuna, convirtiendo a la española en la monarquía menos transparente de Europa.
La mayoría coincide en que hechos como éste demuestran que la Casa Real debería estar incluida en la futura "Ley de Transparencia", que pretende que las instituciones gubernamentales españoles estén sujetas a un mayor control para evitar casos de corrupción. El Partido Socialista (PSOE), por su parte, pedirá al Gobierno que dé cuenta de si el rey Juan Carlos informó al Ministerio de Hacienda sobre dicha herencia y si se abonaron los impuestos de sucesión.
El portavoz de IU calificó de “imprescindible” que la transparencia llegue a la monarquía y “que la declaración de bienes del Jefe del Estado sea algo tan natural como la de un concejal". Este partido republicano presentó además una pregunta sobre el monto actual del patrimonio privado del rey y sobre si recibió "donativos de bancos y empresas españolas, así como de Estados extranjeros".
La fortuna real fue durante décadas un tema tabú para la prensa, pero ahora es analizada y hasta cuestionada. El "New York Times" asegura que el rey atesora US$ 2.300 millones (1.800 millones de euros) pero que "sigue siendo un secreto cómo ha amasado su considerable riqueza personal". Actualmente, la Casa Real recibe 7,9 millones de euros anuales para gastos personales y oficiales.
Esta nueva polémica tiene lugar en un momento en que el apoyo de los españoles a la Monarquía cayó a un mínimo histórico del 54 %. La Casa de Borbón, por muchos años considerada la más popular y sencilla de Europa, y protegida por los medios de comunicación, saltó a la fama mundial en el último año y por motivos muy poco gratos.
Entre ellos, la polémica participación del rey en una cacería africana junto a una "amiga entrañable" en momentos en que la crisis económica dejaba en España a millones de personas sin empleo. "Justo después de confesar a sus ciudadanos que no podía dormir por las noches por culpa del desempleo juvenil, el rey de España tomó un avión y se fue de safari a Botswana a matar elefantes", resumía el "Washington Post".
La otra gran frustración llegó de la mano del exdeportista Iñaki Urdangarín (yerno del rey, esposo de la infanta Cristina) ahora investigado, y cada vez más señalado, por un caso de corrupción que ya salpica al secretario de su esposa y amenaza con expandirse a la infanta. La gota que rebalsó el vaso en el denominado "Caso Nóos" fue la aparición en escena de esa amiga del rey, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien admitió haber realizado gestiones empresariales en nombre del rey.
