Montevideo.- La policía uruguaya ajusta un sistema de alerta para salvaguardar los
intereses estadounidenses en Montevideo durante la visita del presidente
George W. Bush, al que grupos radicales recibirán con actos de repudio.
La
Dirección Nacional de Información e Inteligencia
(DNII) prevé, entre otras medidas, reforzar la custodia de la embajada
estadounidense y la residencia del embajador, además de empresas y entidades como Mc Donald's, Coca
Cola y la Alianza Cultural Uruguay - Estados Unidos.
Bush arribará a Uruguay el 9 de marzo en el marco de una gira por América Latina y
en reciprocidad a la visita del presidente uruguayo,
Tabaré Vázquez, a Washington en mayo pasado, cuando ambos mandatarios anunciaron
la intención de profundizar sus relaciones comerciales.
Analistas de la DNII dijeron al diario
El Observador tener la convicción de que
"grupos violentistas" preparan actos de recibimiento a Bush, que casi no tendrá
contacto con la población uruguaya, y que se organizan diversas manifestaciones en distintos puntos
del país.
Fuentes policiales
relacionaron la visita de Bush con la explosión de dos artefactos ocurrida la semana pasada
en una sucursal del banco de Boston en Montevideo y catalogaron el episodio como "un ensayo".
Pese la dificultad para infiltrarse, la policía supo que durante una reciente
reunión de
estos grupos en la que se
analizaban las manifestaciones contra el mandatario estadounidense, hubo
militantes que dijeron que no dejarían pasar la oportunidad de tirarle a Bush con lo que tuvieran a
mano.
Irma Leites,
vocera de la organización Memoria, Plenaria y Justicia lamentó que se esté creando
un "estado de control de las movilizaciones y restringiendo el derecho de protesta" mediante la
detención de algunos militantes que realizaban pintadas alusivas al rechazo de la política
estadounidense.
"Tampoco es novedad que todos los aparatos represivos vayan a estar al servicio de Estados
Unidos durante la visita del genocida, resulta exagerado, pero forma parte de la paranoia
policial", subrayó Leites a la
AFP.
Vázquez espera recibir a Bush el 10 de marzo en la hacienda presidencial de Anchorena, de la
ciudad de Colonia (200 km al oeste de Montevideo), por motivos de seguridad y para mitigar el
impacto de las protestas.
Leites aseveró que también habrá manifestaciones en Colonia de consigna "anteperialista,
anticapitalista y contra el gobierno uruguayo", en tanto anunció la llegada a Uruguay de activistas
argentinos, brasileños y demás países de la región.
Paralelamente, la central sindical uruguaya Pit-Cnt ajusta una marcha por la principal
avenida de Montevideo, bajo la consigna "Con Artigas (prócer uruguayo), por la paz, la soberanía y
la unidad latinoamericana, fuera Bush".
"Nadie más radical que la clase obrera, sin perjuicio de lo cual, por su honestidad y
sabiduría, hay que decirle a las autoridades que no se preocupen porque las organizaciones van a
asegurar el carácter pacífico de la movilización", indicó a la AFP el dirigente sindical, Marcelo
Abdala.
"De todas maneras no van a existir fundamentos para aquellos que pretendan cambiar el eje del
papel nefasto del imperialismo y de quienes se prestan a sus servicios", agregó.
La visita de Bush genera asimismo una fuerte división en el seno de la coalición oficialista de
izquierda Frente Amplio, que afloró con las declaraciones de la ministra de Desarrollo Social,
Marina Arismendi, quien catalogó a Bush como "la representación más execrable,
asesina y belicista que hay en el mundo".
Para esta noche se aguarda el pronunciamiento oficial de la mesa política del partido de
gobierno, respecto de la llegada de Bush.
El senador oficialista Rafael Michelini, dijo a la AFP que su sector propondrá "una
declaración en respaldo a la política internacional del gobierno y rechazo a las políticas de EEUU
en relación a los ataques en Medio Oriente y la violación de los derechos humanos en la prisión de
Guantánamo (Cuba)".
Fuente AFP