La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se descompuso anoche luego de participar en un debate televisivo con el candidato opositor a sucederla, Aécio Neves. Un poco después la mandataria informó que estaba “muy bien”.
“Tuve una ligera caída de presión, pero estoy muy bien; quiero agradecerles a todos la preocupación”, escribió la primera mandataria en su cuenta personal de la red social Twitter.
Mientras era entrevistada al finalizar el debate, el segundo televisado con vista al ballottaje del 26 de este mes, Rousseff pidió un momento para sentarse. La jefa de estado brasileña “llegó a decir palabras sin sentido y tuvo dificultades para concluir su raciocinio en la entrevista en la que se sintió mal”, describió la agencia EFE.
A pesar del susto inicial, prosiguió la entrevista luego de beber un vaso de agua y estar sentada alrededor de tres minutos. Según un asesor presidencial, la mandataria se recuperó del problema y se dirigió desde el estudio directamente al hotel donde se encuentra alojada.
Rousseff fue operada en 2009 por un cáncer linfático del que ya está en remisión gracias al tratamiento de quimioterapia que se realizó. Durante esta campaña presidencial se quejó únicamente de sufrir disfonía alguna vez.
Ayer Rousseff y Neves protagonizaron un duro debate lleno de críticas y acusaciones cruzadas centradas en la corrupción y economía, pero en las que también se tocaron temas de la vida personal y la de algunos familiares. Aún quedan dos debates más, el último se televisará en el canal Globo, el de más audiencia de Brasil, el 24 de octubre tan sólo dos días antes de las elecciones.
Rousseff corría con una ligera ventaja pues ganó la primera vuelta con 41,59% de los votos, mientras que Neves alcanzó el 33,55%, aunque a pesar de los resultados previos, las nuevas encuestas de voto predicen un empate técnico con una leve ventaja para el retador socialdemócrata.
