Entrevistado por Perfil, Fontevecchia hizo referencia a la importancia de premiar el intelecto y la relación entre ciencia y política. "El tema de la inteligencia tiene un significado especial en un país donde muchas veces la inteligencia tuvo mala prensa y fue considerada algo negativo. Está la idea de que el inteligente, el científico, es un loco frío que esta alejado de la realidad. Estos premios tienen como objetivo tratar de reinstalar la importancia que tiene la inteligencia para el desarrollo social", consideró.
Fontevecchia remarcó que, si bien "es probable que el científico sea visto como alguien distante", "lo que hace nos sirve a toda la sociedad; deja un legado para toda la humanidad". "Argentina tiene todas las potencialidades y todavía no las ha desarrollado. Nos hace falta mucha inteligencia para poder desarrollar rápido", agregó.
En materia educativa, defendió la educación pública gratuita: "Me parece una maravilla que la Argentina tenga una enorme cantidad de personas que pueden acceder a una educación universitaria que, en otros países, solamente las personas con familias con dinero pueden acceder".
"Uno podría decir que se tiene una alta tasa de personas que ingresan pero no concluyen. Al mismo tiempo, uno podría observar que la universidad pública le permite a una enorme cantidad de argentinos tener una educación universitaria aunque sea incompleta", señaló y destacó que el estado actual educativo se debe a que "tenemos un 50 por ciento de jóvenes que viven en hogares pobres. El tema no es de los maestros, ni del sistema educativo, es mucho más estructural".
Vinculado a los avances tecnológicos y la libertad de expresión, el periodista unió ambos conceptos y enfatizó: "La anterior filtración de papeles del Pentágono fueron en las décadas del '70 –por la que Jack Anderson ganó el premio Pulitzer– y, en esa época, esto fue posible porque había un gran invento tecnológico que era la fotocopiadora". "Hoy, los Wikileaks muestran nuevamente como la tecnología aporta a la transparencia y, a partir de la inteligencia, se crean nuevas formas de control de la gobernabilidad de los países", remarcó.
En base a uno de los homenajes de la entrega de premios, Fontevecchia habló del asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas: "Nos tenemos que sentir orgullosos del periodismo argentino que logró que no quedara impune y, ese logro, hizo que casualmente se creara una especie de vacuna o escudo contra el asesinato de periodistas". "De hecho, fue el último en el país mientras que en los países de la región hay todos los años", indicó.
"A partir del asesinato de José Luis Cabezas quedó claro para los potenciales asesinos de periodistas que el periodismo se iba a defender de tal forma que se iba a lograr el efecto contrario", definió el CEO de Perfil. "Cabezas pagó con su vida elevar el estándar del periodismo argentino, al punto de que hoy el asesinato de un periodista sea algo casi inimaginable", analizó.
Por último, Fontevecchia habló sobre la libertad de expresión y sentenció que "continuamente hay fuerzas que están alimentando nuevas formas de impedir lo que a ellos les molesta". A modo de ejemplo, el periodista sostuvo que el menemismo mutó este accionar y "como ya no podía hacer juicios penales por calumnias e injurias a los periodistas, encontró la manera de hacer juicios civiles que generaban el mismo efecto de autocensura".
"Cada gobierno busca nuevas formas para tratar de impedir que se difundan informaciones. No podría decir que en este momento la libertad de expresión es plena, pero si que es la máxima que hemos tenido hasta ahora", concluyó.
