OPINIóN
Nace el PJ alternativo

El Peronismo sin Cristina Kirchner: ¿certificado de triunfo para Mauricio Macri?

Si quieren seducir a la opinión pública, deberán distanciarse del presidente y la ex presidenta, aunque fueron macristas y kirchneristas,

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Mauricio Macri - Cristina Kirchner | CEDOC

El Peronismo decidió terminar o pausar al menos el cansino ritmo que mantuvo estos dos años que le dio de ventaja al Gobierno de Mauricio Macri. Así, decidió con una discutible foto, poner primera en la larga y sinuosa carrera hacia la elección presidencial, confirmando entonces el gran desafío que deberán atravesar con éxito si quieren seducir la opinión pública: distanciarse de forma equidistante de Mauricio Macri y Cristina Kirchner habiendo sido macristas y kirchneristas en algunos casos, y evitar que la discusión y el debate sean violentos en una sociedad harta de las voces altisonantes que pisotean a quienes piensan distinto y creen como el formidable George Orwell en 1984, en la capacidad de ordenar y moldear mentes para lograr la unicidad de pensamiento.

Algunos dirigentes de peso dentro del espacio confirmaron a Perfil que el dialogo “incluye hasta diez gobernadores y muchos intendentes del interior con sus legisladores”, quizás en este caso hay un punto a tener en cuenta. Paradójicamente, no es tan importante la obtención de intendentes como de legisladores, que son quienes brindarán los votos para el presupuesto nacional y provinciales, y por ende gobernabilidad en momentos del actual tembladeral financiero que atraviesa el país a pesar del exitoso acuerdo con el FMI. En ese grupo se anotan las provincias de La Rioja, Entre Ríos, Rio Negro, Tierra del Fuego, San Juan, San Luis y otros en esta etapa embrionaria del nuevo Peronismo.

 

El gran desafío que deberán atravesar con éxito si quieren seducir la opinión pública: distanciarse de forma equidistante de Mauricio Macri y Cristina Kirchner habiendo sido macristas y kirchneristas. 

 

La imagen cristaliza el silencioso trabajo que llevó a cabo el Gobierno a través de Rogelio Frigerio durante meses: atomizar la oposición, aislar a Cristina Kirchner y reforzar a Macri. Lo han logrado, aunque lejos de ser un triunfo, esta foto podría ser lo que necesitaba el Gobierno dentro de las escasas variables endógenas que lo pueden llevar a la reelección a Cambiemos. Dos listas peronistas, una de izquierda, una del progresismo que teje Margarita Stolbizer con el santafecino Miguel Lifschitz y el oficialismo. Dicen en la Rosada, es simplemente matemática lo que los llevará a cuatro años más de gestión a pesar del errático plan económico, sistemáticamente incomprensible, impredecible y poco confiable para propios y ajenos.

 

Dicen en la Rosada, es simplemente matemática lo que los llevará a cuatro años más de gestión a pesar del errático plan económico.

La credibilidad del espacio del Nuevo Peronismo será el eje de trabajo de los dirigentes que integran la foto. Sergio Massa dio por terminado el acertado silencio que lo mantuvo fuera de los medios y la política durante algunos meses. El golpe de la última elección no fue gratis anímicamente (obtuvo 10 puntos junto con Margarita Stolbizer en 2017, cuando en 2013 habiendo competido por separado la suma de ambos fue de 55 puntos), y quienes lo frecuentan reconocen que su intención de ser presidente volvió a reflotar ahora, pero el alicaído líder del Frente Renovador sabe de la hemorragia interna que sufre su creación política y por eso decidió ampliar la mesa. Quizás el torniquete mejor empleado sea esta foto, que incluye pensamientos disímiles e invita a la sumatoria de otros peronistas.

Primera conclusión: más allá que no se reconozca públicamente, la foto es la terminación del espasmódico y errático acuerdo político de Margarita Stolbizer y Sergio Massa, un amor borgeano que nunca sedujo a nadie y sólo generó fuga de votantes en el GEN de la dirigente bonaerense y el Frente Renovador del tigrense. Otro desafío a conquistar para el tigrense: su pasado fue peronista de marcha, bombo, Duhalde y Cristina. Luego se desperonizó a tiempo para ganar en 2013; ahora deberá volver a la palestra del PJ si quiere sumar territorialidad y soñar con la Buenos Aires de María Eugenia Vidal.

 

Massa fue peronista de marcha, bombo, Duhalde y Cristina. Luego se desperonizó a tiempo para ganar en 2013; ahora deberá volver a la palestra del PJ si quiere sumar territorialidad y soñar con la Buenos Aires de María Eugenia Vidal.

Juan Manuel Urtubey se alejó hace ya tiempo del kirchnerismo, incluso algunos peronistas ya lo colocaban dentro de Cambiemos el año que viene. Su desconcimiento es alto, supera el 50% y confían en que las redes sociales y las recorridas federales podrán posicionar al salteño durante el verano. También ex candidato de Cristina Kirchner, como Sergio Massa, Urtubey deberá convencer a sus votantes que se puede ganar la provincia y el país sin Fernández ni Macri. Enorme desafío para quien no tiene sucesor en su tierra, con valores de pobreza y desnutrición alarmantes.  Según lo informado por el INDEC, la pobreza en Salta trepó al 26,4% en el primer semestre de 2018, un 0,9% menos que la media nacional, que fue del 27,3%; mientras que los hogares pobres de la provincia son el 19,9%, un 0,3% más que la cifra a nivel país.

Las cifras omiten un dato claro: la gobernación fue fruto de su candidatura por el Frente para la Victoria y hace once años que es quien tiene a cargo el cambio de la realidad de los salteños. Será difícil en su caso, lograr exportar el “modelo Salta” como hacen los precandidatos a presidente que mostrándotelas logros provinciales; y también despegarse de la figura de Cristina Kirchner y Mauricio Macri, habiendo tenido contactos, reuniones y afinidad política muchos años por igual con ambos. Ya se sabe en la Rosada que es una carta que se expondrá en el debido momento. Síntomas de las vieja política complementaria de la nueva. 

 

Las cifras omiten un dato claro: la gobernación de Urutubey fue fruto de su candidatura por el Frente para la Victoria y hace once años que es quien tiene a cargo el cambio de la realidad de los salteños.

 

Los operadores que construyen este espacio no son pocos ni desconocidos, el hermano de Urtubey, Rodolfo, hombre fuerte de la industria, ex juez y senador, es quien mantiene conversaciones con distintos sectores. Su premura se basa en destacar el aspecto anti kirchnerista de Juan Manuel para encasillarlo dentro del hombre dialoguista, con experiencia y juventud, una rara combinación que se aspira a lograr.

Sin aspiraciones presidenciales profundas, Miguel Angel Pichetto es quizás el dirigente que mantiene un doble filo: nadie puede ordenar internamente como él el espacio, nadie supo jamás desarrollar la capacidad de convencimiento en el Congreso, y nadie tiene una imagen más cercana a Cristina Kirchner que él. Dependerá entonces de los equipos de comunicación y la estrategia discursiva que se emplee para corroborar que el objetivo de plantear al rionegrino como la voz de la experiencia dentro del espacio será real.

Dato al margen: la vicepresidencia de la Nación es el manejo del Senado. Es probable que nadie en la política moderna haya tenido el manejo de la Cámara como Pichetto, y su desconocimiento nacional y fracaso electoral en su propia tierra siendo derrotado por Miguel Saíz en tiempos de Kirchner, lo obligan a pensarse como armador y hasta vice presidente, pero jamás para encabezar la boleta. De acuerdo a su capacidad de entendimiento de sus limitaciones, será todo ganancia en su caso. 

Finalmente, Juan Schiaretti tendrá a su cargo la territorialidad y recorrido producto de su militancia durante los últimos cuarenta años, incluyendo el exilio por amenazas en tiempos de la peronista Triple A y su regreso en democracia junto a su amigo José Manuel De la Sota, personaje irremplazable en la vida política cordobesa. La intelectualidad del espacio recae mucho en el cordobés, que mantiene el puente dialoguista con Mauricio Macri, mucho más que Urtubey y Pichetto. En el caso de Massa, directamente no sólo no tiene dialogo, es depositario de los insultos más fuertes del presidente y la gobernadora por haber confirmado movidas poco éticas por parte del tigrense: su credibilidad, su mayor desafío. Incluso en su propio espacio. 

Schiaretti entonces aportará el diálogo constante y el crecimiento de la mesa agregando sillas que no generen ruido y acerquen dirigentes que no ven en el Cristianismo de Unidad Ciudadana la posibilidad de mantener la musculatura que supieron tener en tiempos de Néstor Kirchner. 

Algunos razonamientos oficiales: ¿Cómo pierde Cambiemos si la oposición presenta cuatro listas y el oficialismo una? ¿Quién se va a pegar a Cristina Kirchner con medio gabinete preso y sus seis procesamientos en avance sin pausa pero con prisa? ¿Cómo demostrará el Nuevo Peronismo que no son sólo el espanto y que quizás algún atisbo de amor los una más allá de una boleta electoral? ¿Cómo hará el peronismo para transmitir esencia democrática, gobernabilidad, transparencia, capacidad de dialogo mientras los cuadernos de Centeno desnudan la pornográfica corrupción partidaria de la cual, por ejemplo Sergio Massa, formó parte del Gobierno, siendo Jefe de Gabinete, Director de Anses e intendente en tiempos K? Están a tiempo o la foto debió ser durante el mes de julio, no lo sabremos. 

Puntapié entonces para la campaña del año entrante y un desafío del oficialismo y la oposición: Se puede seducir una sociedad desencantada con slogan y redes sociales solamente? El Nuevo Peronismo eligió las redes para lanzarse, es un mensaje de forma. El Gobierno por ahora festeja, los Focus Group para ver el impacto del acuerdo del Fondo y la foto del PJ ya fueron encargados por el cada día más fuerte Marcos Peña.  A esperar los resultados del test, rezando que sea positivo esta vez.

CP