OPINIóN
Crisis bolivariana

Los venezolanos, entre la esperanza y la incertidumbre

El día a día del ciudadano común es una lucha contra la inflación, la falta de alimentos o medicamentos, pero se mantiene el optimismo.

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Venezuela | AFP

Estos últimos días no muestran la continuidad en la vida de los venezolanos a la que estaban acostumbrados, fue otro nuevo inicio, pero con un hálito de esperanza, especialmente para quienes participaron de la jornada marcada por una multitudinaria marcha opositora en una fecha simbólica en la que se cumplían 61 años de la caída de la última dictadura militar. La mirada mundial se fijó episodios de represión, cacerolazos, con más de una centena de detenidos y hasta el momento 27 muertos según el observatorio venezolano de conflictos sociales de ese país.

Muchos venezolanos optaron por quedarse en sus casas, expectantes a ver cuáles iban a ser las nuevas reacciones del oficialismo vista la posición de diversos países de la región entre los que se incluye la Argentina respaldando a Juan Guaidó, titular del Poder Legislativo, quien juró como presidente interino de Venezuela, atribución que le confieren dos artículos de la Constitución Bolivariana (233 y 333). Otros, sin ningún tipo de temor, siguieron con manifestaciones buscando mostrar que si bien el Gobierno cuenta con el respaldo de las fuerzas armadas, no es así con el apoyo popular en la calle.

La represión sigue, pero el temor es instancia superada para el venezolano.

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Más allá de ese optimismo toca enfrentar la realidad, vivir con la descontrolada inflación, consultar en grupos de Whatsapp o de Facebook, a fin de dar con ese medicamento que tanto se necesita, cambiar un kilo de arroz por uno de azúcar entre familiares… En los ascensores, breves son las charlas de vecinos, algunas limitadas a un gesto, media sonrisa o a dos palabras “¿y ahora?”.

Una de las resaltantes características del venezolano es ser sumamente madrugador; empieza su día muy temprano para tomar su café recién colado, pese a la crisis social, política e institucional se muestra sumamente optimista, pero entiende que desde hace pocos días (otros lo consideran mucho antes), la historia se empieza a contar minuto a minuto y la reacción de la oposición es determinante para la actuación en consecuencia del oficialismo y viceversa.

Mientras tanto los enfrentamientos se mantienen, a la Guardia Nacional Bolivariana se suman los llamados colectivos, grupos de choque armados conformados por civiles con entrenamiento castrense seguidores de Maduro quien ve el respaldo internacional como injerencia extranjera y el derecho a la protesta como un golpe de Estado. Los próximos días serán cruciales, especialmente para quienes esperan que oficialismo y oposición cedan y realmente se sienten a negociar por el bien de los Venezolanos.

 

* Periodista venezolano.