El expresidente Eduardo Duhalde analizó, en la entrevista que le realizó Jorge Fontevecchia, la actitud del macrismo para con la oposición y consideró: "Todo es crítica, todo es ataque. Esa es la costumbre de este Gobierno y de los gobiernos anteriores". El dirigente peronista se diferenció de esta actitud que él ve en la actual dirigencia política e, incluso, señaló: "A mí que no me pidan, desde hace muchos años, que hable mal de nadie".
Por otra parte, explicó el por qué de su posición tajante, en este sentido del debate político: "Los que queremos la unidad no queremos hablar mal de nadie". "La dirigencia política tiene incapacidad de anticipación a los problemas. No se puede gobernar más como hace 30 o 40 años. Todo cambia y lo que no cambian es la forma de gobernar", destacó Duhalde.
—El Gobierno sale a criticar a Lavagna en bloque: el Presidente, el jefe de Gabinete y el ministro de Economía. ¿Lo hacen porque quieren instalar a Lavagna para dividir el voto opositor? ¿Y significa un cambio en la estrategia electoral de polarizar con Cristina Kirchner?
—Es la costumbre de este gobierno y de los gobiernos anteriores. Es totalmente en contra de lo que yo pienso. Todo es crítica, todo es ataque, en un país que tiene una crisis global como el nuestro. Porque no es solamente una crisis económica, una crisis social, esta es una gran crisis espiritual. Estamos luchando y peleándonos, los políticos, en una cloaca. Los que queremos la unidad no queremos hablar mal de nadie porque así no hay posibilidad de hacerla.
—Más allá de eso, ¿es un cambio de estrategia que confronten con el tercero?
—Es muy posible que haya un cambio de estrategia en la medida en que ven que el Presidente, día a día, mes a mes, viene bajando su apoyo popular. Tantas veces le han errado. Me acuerdo, en la época de Menem, que lo apoyaban creyendo que iba a perder. Pero les salió el tiro por la culata. A veces falla.
Fontevecchia entrevista a un personaje clave del escenario electoral: Eduardo Duhalde
—El que terminan inflando para que sea el opositor…
—Después es el ganador.
—¿Puede estar pasando algo parecido: que para bajar a Cristina Kirchner tratan de potenciar a Lavagna?
—No creo en estas cosas. Nunca creí. Creo que la dirigencia tiene incapacidad de anticipar los problemas y no se dan cuenta de que no se puede gobernar como hace treinta o cuarenta años. Es un disparate, un absurdo. Cambia todo, y no cambian la forma de gobernar. No se dan cuenta de que el mundo está rapidísimo, como dice el Papa. Estamos en una era en la que todo es rápido y no se puede gobernar, cada día es más difícil. Estamos en una crisis espiritual, no en la Argentina, sino en general. La disrupción de lo material sobre lo espiritual a mitad de siglo ha generado que le hablás a un joven hoy de valores, y te dice el valor del dólar y el valor del yen. Los valores que tenían las generaciones mayores poco a poco se van desvirtuando.
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J.P.A./H.B./F.F.
