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Duhalde y los Kirchner: "Yo hablaba con Néstor, Cristina no me tenía mucha simpatía"

Entrevistado en PERFIL por Jorge Fontevecchia, el expresidente contó cómo una reciente operación lo acercó a la expresidenta, con quien había tenido una mala relación.

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"Estamos en presencia de la campaña más sucia de la historia", reconoció Duhalde. | Cedoc

El expresidente Eduardo Duhalde concedió una entrevista exclusiva a Jorge Fontevecchia para su ciclo Periodismo Puro (Canal NET TV) en el que habló de la vida política argentina a meses de las elecciones. En este extracto, habla sobre sus relaciones con el matrimonio Kirchner, de cuando Néstor le dijo que Cristina es "bipolar" y de que ella no le tenía "simpatía". Relató que fue Roberto Lavagna quien tuvo más relación con Cristina, que le molesta cuando alguien dice que tiene que estar presa y contó, además, como una cirugía en la columna lo acercó recientemente a la "mala" expresidenta.

 

—¿Recuperó el contacto con la ex presidenta cuando Cristina Kirchner, preocupada por su salud y su operación de columna, lo llamó?

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—Estaba entregando a los jóvenes, casi todos sudamericanos, los títulos de posgrado que tengo en España, de la Universidad Camilo José Cela, y me tuve que apoyar en una mesa, y cuando quise dar un paso, me caí. En silla de ruedas a mi casa. Sufrí mucho y todavía hoy estoy saliendo de boxes. Estaba en mi casa, suena el teléfono, atiende mi hijo y dice: “Cristina”. “¿Qué Cristina?”. “Cristina Kirchner”. “Debe ser broma”. “No está mi papá”, y colgó.

—Creyeron que era una broma y cortaron.

—Claro. Me habló Alberto Fernández, y me dice que me llamó Cristina. “Que me llame”, dije. Y me llamó, me dijo que tenía un médico, lo mismo me dijo el Presidente en su momento.

—¿Cuánto hacía que no hablaba con ella?

—Yo no hablé nunca con ella.

—Desde la época que lo acusó de ser un “capomafia”.

—Yo no hablé nunca con ella. Yo hablaba con Néstor. Cristina no me tenía mucha simpatía porque sabía mi opinión. Cuando Néstor, con quien me llevaba bien, empezó a decir va a ser un pingüino, una pingüina, lo fui a ver. “¿Vos me hablás de Cristina? “Y sí, ¿de quién voy a hablar?”. “Vos me dijiste que es bipolar, ¿te acordás?”. “Pero voy a gobernar yo desde Olivos y ella va a hacer lo que sabe hacer”. Así decía Néstor. Y ella sabía eso, y conmigo siempre tuvo un poco de tirria. Pero estamos todos de paso en esta vida. Lo que me hizo a mí qué importancia tiene.

—Dijo: “Si tuve problemas con Cristina, ya me olvidé”.

—Yo me olvido de todo. Si los problemas no son personales, se olvidan. No tengo, no guardo rencores. A veces me retan los amigos: “Mirá que este…”. Dejalo, que haga su vida. Si se equivocó, se equivocó.  

—Chiche dice que usted y Cristina deberían juntarse.

—Chiche entiende que hay que hablar con ella.

—¿Cuándo fue la última vez que habló con ella después de esa primera vez?

—Cuando mejoré y la llamé para agradecerle fue la segunda vez. Y la tercera, o fueron dos, no me acuerdo bien, que le pregunté si estaba sola con la nieta porque la hija se había ido a Cuba. Le dije: “Mirá que vos sos mala, pobre chica, a ver cómo tratás a la nena”. Se reía.

—¿Vos sos mala?

—Ojo, con la nena.

—¿Mala con la nieta?

—Claro. Y me dice que tenía que ver las películas que quiere ella, que le maneja el televisor… Esas cosas intrascendentes.

—¿Y habla con representantes de Cristina?

—Con todos.

—¿Todo el tiempo?

—Sí, porque son amigos.

—¿Y habla con ellos la posibilidad de juntar a la oposición?

—Todos tienen ideas distintas. Roberto (Lavagna) insiste en que no va a las PASO, y yo creo que tiene que ir a las PASO. Primero, porque constitucionalmente, de acuerdo a fallos que ha habido en la Justicia, es obligatorio ir. Pero veremos. De todas maneras, si no se puede lograr lo que yo entiendo, que es armar una gran coalición, porque si no, no podemos salir, me dedicaré a lo que me gusta. Me gusta escribir, tengo tres libros para este año, me gusta mucho la universidad.

—¿Es cierto que uno de esos emisarios le hizo llegar un mensaje de Cristina Kirchner, diciéndole que no veía con malos ojos la candidatura de Lavagna?

—Cuando estaba enfermo, estaba muy mal, muy enojado. Andaba caminando como esas viejitas italianas que andan así (encorvadas) y con un dolor enorme. Y un día me llamaron tres veces, y la última fue de parte de Parrilli y mandó a decir que ella…

—¿Fue Parrilli quien le transmitió que a Cristina Kirchner no le desagradaría la candidatura de Lavagna?

—Dijo que no le desagradaba, y que le gustaba Felipe (Solá) también para gobernador. Mirá, le dije, no me parece mal, pero es un tema que yo no tengo. "Me gusta escribir, tengo tres libros para este año, me gusta mucho la universidad", dijo el ex presidente.

—¿Qué le aconsejaría si ella le preguntase si se tiene que presentar o no como candidata?

—Que no se presente. Lo mismo que al Presidente. La persona que cree que puede gobernar desde un partido, que no se presente porque está equivocada. No se puede gobernar más desde un partido. Eso no existe.

—¿No tendrían que ser candidatos ni Macri ni Cristina? —Nadie que crea que puede gobernar desde un partido. Es el error básico. —¿Qué cree que va a terminar haciendo ella?

—No sé. Ni se me ocurre. No pienso en ello.

—¿Usted va a tratar de que haya un candidato de consenso en toda la oposición?

—Vuelvo a insistir para que la gente lo tenga claro. Como pasó en todos los países a los que les ha ido bien, tienen que armar coaliciones de gobierno sobre cinco, seis, diez puntos, no más. La gente no cree en lo que decimos los políticos. ¿Para qué va a creer si le mentimos permanentemente? "Estamos todos de acuerdo en que no podemos votar cada dos años. Es un disparate."

—¿A Lavagna le recomendaría que tenga una reunión con Cristina Kirchner? —No, yo no soy el director técnico. —Hagamos de analistas. ¿Sería conveniente para él, o le restaría acercarse a Cristina Kirchner?

—El tuvo más relación que yo con Cristina, obviamente. No sé qué relación han tenido, no sé nada.

—Pero Lavagna se fue del gobierno defendiéndolo a usted, enojado por la campaña que lo colocaba como el capo mafia.

—Pero cuál es la relación que tiene con Cristina no la sé. Nunca lo conversé ni lo voy a conversar. La gente cree que si necesita que yo vaya de director técnico es porque no sirve.

—La pregunta es si a Lavagna le convendría un acercamiento con Cristina Kirchner, o eso, en una primera vuelta, le alejaría votos de personas que no están de acuerdo con Macri, pero tampoco con Cristina Kirchner, y que ese acercamiento recién tendría que venir en una segunda vuelta.

—Es una pregunta difícil. A veces veo a dirigentes, no los voy a nombrar, dirigentes justicialistas, que dicen que Cristina tiene que estar presa. Yo pienso en los que quieren a Cristina y se sienten mal. ¿Qué necesidad hay de decir eso? No hay necesidad de decirlo. Hay que tener cuidado. La gente está muy mal, la gente realmente está desesperada, no hay que decir cosas rimbombantes.

—¿Usted cree que cualquier presidente peronista, Lavagna, Massa, Urtubey, el que fuese, podría garantizarle a Cristina Kirchner no tener problemas judiciales y no ir presa?

—No creo.

—¿Lavagna podría ya no presentarse después de todo lo que vino haciendo?

—A mí me parece que está decidido. No converso, como algunos pueden pensar, semanalmente con él. Estuve en el casamiento del hijo antes de viajar a Brasil y ahora me voy en estos días a México, estoy invitado a una reunión de ex presidentes, donde se tratan los problemas de la democracia moderna. No estoy tanto como me gustaría estar en la Argentina. Pero insisto. Para mí es un patriota, es un hombre del momento, es un hombre que no se lleva mal con nadie.

—¿Hay posibilidades de que él vuelva para atrás?

—Lo mismo pasa con Cristina, nadie sabe si se va a presentar. Macri, aparentemente, sí, pero todos los días salen con comentarios, que ahora parece que no. Está todo muy confuso. Daniel Scioli se presentó, se presentaron tres o cuatro, los más jóvenes, que tienen que presentarse por lo menos para hacerse conocer para dentro de cuatro años. Pero puede pasar como con Kirchner, que no se presentó para ser presidente. 

 

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